José Rodríguez es uno de los organizadores del «Rali de Invierno» que discurre cada año por la provincia de Ourense protagonizado por coches clásicos. Este año 2017, que cumplió su XII +I edición (denominado así para evitar el 13 por aquello de la superstición), la ruta fue trazada por Monforte y la Ribeira Sacra, en la provincia de Lugo, y Manzaneda, Trives y A Rúa, en la provincia de Ourense, si bien la edición de 2016 tomó parte de Ourense (A Rúa, Viana, A Gudiña) y Portugal (Chaves). Precisamente, este rali cuenta con un buen número de participantes del país vecino de Portugal.

José Rodríguez, natural de Manzalvos (A Mezquita), pero hijo adoptivo de A Rúa de Valdeorras, localidad en la que reside desde hace años, es vocal y relaciones públicas del Club Rali de Invierno. Cuenta que la afición a los coches clásicos «es cara porque los coches están muy acondicionados, aunque hay de todo. Pero comprar un porsche destartalado, de los años 70, por ejemplo, cuesta ya unos 5.000 euros y luego hay que restaurarlo, algo que tiene su coste elevado».

Argumenta que la clave del éxito del «Rali de Invierno», en el que paticipan 59 coches de distintas localidades de Galicia, Asturias, Castilla y León y Portugal, está en que conecta el mundo del motor con la naturaleza pues la ruta se asoma siempre a paisajes espectaculares. «El recorrido siempre es muy atractivo, es la base del rali. De hecho, limitamos la participación y la gente siempre repite. Los participantes se van con fotos, e imágenes muy bellas en su retina de los paisajes del recorrido».

Pone por delante que en este «rali» no existe el «exceso de velocidad» pues, de hecho, «marcamos unas medias horarias muy bajas para evitar que corran». Los participantes suelen ser «personas de 40 años en adelante».
José Rodríguez hoy no tiene un coche clásico, pero lo tuvo hace tiempo, un Austin Victoria del que guarda muy buenos recuerdos. «Estoy vinculando al mundo del motor desde los 14 años que empecé con Reverter en el Rali de Ourense, concretamente de bandera. En la actualidad, me apasiona verlos, probarlos, montar en ellos, pero no participo en las rutas, sólo organizo».

Este año, pese a la intensidad de la lluvia y el viento, el Rali de Invierno de este año volvió a despertar una gran admiración y curiosidad entre el público. El coche más antiguo que participó en el evento, un MG J2 de 1932, de Agostinho Macedo-Luis (de Mathosinhos, en Portugal) fue uno de los que más atención acaparó. Su propietario, portugués, cuenta con un taller en Portugal que se dedica exclusivamente a la restauración de vehículos de la citada marca.

Ahora, habrá que aguardar un año más para volver a disfrutar de estas «joyas» clásicas del motor.


