José Ramiro Vieira, hospitalero: «El Camino me ha dado algo y yo se lo devuelvo»

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Destina parte de su tiempo en la atención y ayuda a peregrinos en albergues, recientemente en el de A Rúa

La muerte de su esposa le sumió en una profunda y severa depresión. Un año en «un pozo sin fondo» con tratamiento médico, hasta que una amiga le aconsejó hacer el Camino. Fue su salvación. El Camino lo rescató, volvió a la vida. «Se fueron los males y dije adiós a las pastillas», relata. Está en deuda con el Camino y por eso decidió ser hospitalero. «El Camino me ha dado algo y yo se lo devuelvo», dice con rotundidad.

José Ramiro Vieira Quintián reside en el País Vasco pero nació en Portomarín (Lugo). Es voluntario de la Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago (Agacs) varios meses al año. Atiende diferentes albergues, recientemente y durante 15 días el de A Rúa.

Antes que hospitalero fue peregrino. El primer Camino que hizo fue el Francés. Después llegaron otros como el Primitivo, el del Norte, la Vía de la Plata, «casi todos», expresa.

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Ha atendido albergues de Herbón (Padrón) y Corcubión, en el municipio de A Coruña, pero también otros de Ponferrada, Logroño y también el citado de A Rúa.

Su tarea como hospitalero en albergues consiste en ayudar a los peregrinos. «Les facilito lo máximo posible lo que necesitan y, sobre todo, los escucho. En el Camino he aprendido a escuchar. Lo bueno que tiene el Camino es que, aunque no conoces a la gente, en general, si tienes algún problema, lo sueltas, es decir, es también una terapia. Y lo mismo que me han escuchado a mí, los escucho yo», cuenta.

«El Camino es un reto y un desafío, pero también hay peregrinos que lo hacen para encarar o «escabullirse» de algún problema que se ha tenido en la vida y donde al final puedes alcanzar un equilibrio, ese bálsamo curador para el alma que es el Camino», dice José Ramiro Vieira.

Aconseja a los peregrinos pernoctar en albergues, que «son lo mejor, públicos o privados, porque es la forma en la que vas a poder compartir con otras personas, conocer».

José Ramiro Vieira, en el albergue de peregrinos de A Rúa

José Ramiro Vieira relata que siempre le preguntan, ¿qué tiene el Camino? y su respuesta siempre es la misma: «Difícil de explicar, vas, pruebas unos días y lo descubrirás».

Anima a vivir la experiencia del Camino de Santiago, en cualquiera de sus variantes. «El Camino, sea duro o no, te renueva y engancha. Si lo haces una vez, repites. Caminando seguramente que nadie habla, caminas contigo mismo, pero al llegar a un albergue, te sientas y compartes tus experiencias con tertulias que también te ayudan a vaciar la mochila de problemas. Y en mi caso, ha sido así, y mucho».

José Ramiro Vieira señala que ser hospitalero lo hace feliz y aconseja vivir el espíritu del Camino.

Una historia humana que pone en valor los valores, valga la redundancia, del Camino.

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