El presidente de Vagalume Valdeorras, psicólogo y psicopedagogo, imparte una conferencia en Sobradelo: «Las jornadas educativas son el camino si queremos conseguir avances a nivel social»
José Fernández, presidente de la Asociación Vagalume Valdeorras, colectivo que este año cumplió 25 años, considera que educar en estos tiempos es más necesario que nunca. Natural de Sobradelo (Carballeda), licenciado en psicología y pedagogía, lleva trabajando más de 26 años como orientador en el IES Lauro Olmo. Y aún cuando está en edad de jubilación, la ha aplazado en dos ocasiones: «Siento que estoy en deuda con las familias», afirma.
Implicado y comprometido hasta la médula con la educación, José Fernández sigue al frente de su tarea educadora con gran dedicación y profesionalidad.
El martes 24 de junio pronunciará una conferencia en el centro social Sobradelo que clausurará las jornadas «Educar non ten idade nin xénero», organizadas por el Concello de Carballeda. «Este tipo de iniciativas son muy necesarias para la educación de niña, niños, padres, madres y familias» —expone—.
Por ello, agradece a la alcaldesa de Carballeda, María del Carmen González, que haya apostado por la educación con las citadas jornadas, que son —estima— realmente efectivas para la repercusión en la buena educación. «Este es el camino si queremos conseguir algo a nivel social», añade.
No en vano, José Fernández es el alma de los «Encontros Familia Escola» que Vagalume realiza desde hace largos años en O Barco, una gran contribución en el ámbito educativo para ayudar a educar.
Valdeorras de Cerca: Educar no tiene edad ni género, este ha sido el título de las jornadas de Sobradelo, ¿por qué este título?
José Fernández: La educación es algo que está presente a lo largo de la vida, no tiene edad, todos educamos, incluso sin querer, desde el nacimiento hasta los últimos días. Se trataba de dar un carácter inclusivo y de igualdad. Hoy no tiene sentido hablar de diferencias de género en la educación, aún cuando sigan existiendo.
V de Cerca: Los tiempos se mueven al compás del mundo digital, ¿hoy es más difícil educar?
José Fernández: Totalmente. Más difícil que nunca. Las redes sociales, los teléfonos móviles y las pantallas en general están haciendo muchísimo daño a los más pequeños. Niñas y niños no llegan a desarrollar la calma necesaria para leer un libro o estudiar. Están tan acostumbrados a una exposición de estímulos tan rápida y tan efímera que les dificulta la concentración, el desarrollo de la creatividad etc.
V de Cerca: Padres y madres también necesitan pautas de educación, por ejemplo, cuando ponen en manos de niños y niñas dispositivos como móviles…
José Fernández: Efectivamente. Un niño o niña siempre va a querer hacer aquello que le apetece, lo que le gusta, en lo que se siente contento. En la educación debe haber momentos para todo, con límites, que a veces no son apetecibles pero son necesarios. Padres y madres son el ejemplo a seguir. Hoy, las familias comparten los mismos juegos con sus hijos e hijas que si la play, que si los juegos interactivos y los más pequeños aprenden muchísimo por imitación. Padres y madres son el modelo más importante para los hijos e hijas, que reproducen sus comportamientos ya sea para bien o para mal. Si hablamos de igualdad, de luchar contra la violencia de género, hay que partir de la educación también a las personas mayores de ahí la importancia de realizar jornadas formativas.
V de Cerca: ¿En que vas a profundizar en la conferencia de Sobradelo?
José Fernández: Sobre las formas de comunicación en la familia, la importancia de los límites, de la coherencia de los padres y madres y la la educación inclusiva. «Mi mamá me mima» y «Mi papá me castiga» son expresiones que simbolizan la incoherencia que puede haber en la educación de los hijos, la oposición entre un comportamiento indulgente y punitivo. Todavía se sigue escuchando aquello de «Ya verás cuando venga papá», reflejo del papel indulgente que se les aplica a las madres y el papel del padre más punitivo o de autoridad al padre, algo que no es bueno que sea así. Muchas veces hablamos de la dificultad que hay para educar en la igualdad y como la sociedad valora el papel del hombre y mujer pero esas diferencias aparecen en la casa, en la propia educación. Revertir eso cuesta mucho pues lo que más permanece en las personas es lo que se aprende en casa.
V de Cerca: Después de tantos años de ejercitar tu profesión y de promover la educación, sigues al frente, aún cuando podrías haberte jubilado ¿que te mueve?
Tenía que haberme jubilado hace dos años. Y este año lo había pensado, pero un joven que vino a mi departamento me llevó a pensar y a cambiar la idea. Mi infancia no fue fácil. Las oportunidades que había eran mínimas, estudiar lo que quería era un sueño que no estaba al alcance de todos. Lo conseguí y me siento en deuda. En aquellos tiempos hubiese agradecido ayuda y no conté con nada. Tuve que trabajar duro en los veranos para pagar mi educación. Por eso, me siento en deuda para ayudar a las familias que tienen dificultades para educar a sus hijos. En Vagalume ofrecemos atención psicológica ypsicopedagógica gratuita. Y también realizo esta labor. El día que sienta pereza para ir a trabajar, me jubilaré. Por el momento, sigo.