José Antonio Autrán Castel: «Ser marqués de Esteva de las Delicias es un gran honor»

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Este fin de semana mantuvo un encuentro familiar en el Pazo do Castro, en el que moraron sus antepasados

José Antonio Autrán Castel es el marqués de Esteva de las Delicias. Asumió este título, con Grandeza de España, hace ocho años después del fallecimiento de su padre. Este fin de semana estuvo en el Pazo do Castro (O Barco) con su familia. Y es que los marqueses de Esteva de las Delicias fueron los últimos moradores del Pazo antes de que se vendiese a los actuales propietarios (hoy, hotel monumento).

Se emociona cuando habla del significado de ser marqués: «Es un honor y un orgullo», expresa.

Valdeorras de Cerca: ¿Qué significa para usted ser marqués de Esteva de las Delicias?

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Heredé el título hace ocho años porque mi padre era el hermano mayor y, yo soy su hijo mayor, de modo que por descendencia soy el marqués de Esteva de las Delicias, Grande de España. Para mi es un gran honor, un honor impresionante haber heredado el título de mis antepasados. Tengo cinco hijos, cuando yo muera recaerá sobre mi hijo mayor.

V de Cerca: ¿La marquesa del Pazo do Castro era…?

Mi madrina de bautismo y mi tía abuela. Porque mi tío abuelo y tía abuela se casaron con dos hermanos; eran dos hermanas y dos hermanos, mi tía abuela y mi tío abuelo no tuvieron hijos y todo pasó a mi abuela y mi abuelo. Estos dos últimos q tuvieron ocho hijos y de ellos mi padre era el mayor y de ahí ha venido la genealogía y descendencia.

V de Cerca: ¿Ser marqués, se ejerce de algún modo hoy en día?

Ejercer, no. Lo que pasa que tiene unas obligaciones y misiones, que son básicamente a modo de familia, reuniones etc. En cuanto al título nobiliario, por citar un dato, en España hay 600 y pico marqueses pero Grandes de España solo somos algo más de 60.

V de Cerca: ¿Qué supone el encuentro familiar en el Pazo do Castro?

Pues supone darle continuidad a lo que hacían mis abuelos y antepasados, que siempre se juntaban en tiempos pasados en el Pazo do Castro en Semana Santa. Desde que se vendió el Pazo no se hacía y hace dos años decidimos retomar el encuentro familiar. Y a mí me ha hecho una gran ilusión hacerlo este año. Es bianual. Hemos venido 70 personas de varias generaciones de la familia. Lo bonito de todo esto es mantener la relación del ámbito familiar. Haber conseguido reunir a los hijos de ocho hermanos, que algunos residen fuera de España, ha sido complejo y maravilloso.

V de Cerca: ¿El Pazo tiene valor sentimental?

Sí. Supone volver a revivir aquella época. En su día se vendió, pero está igual que entonces. Me emociona venir aquí, sí.

V de Cerca: ¿Dónde vive?

Vivo en Valladolid y ahí tengo mi familia.