El conocido periodista presenta su nuevo libro el miércoles 31 de julio, a las 20,30 horas, en el Teatro Lauro Olmo de O Barco
Jesús Cintora presenta su nuevo libro, «El precio de la verdad», el miércoles 31 de julio, a las 20,30 horas, en el Teatro Lauro Olmo de O Barco. Es su quinto trabajo. El conocido periodista anima a acercarse hasta este acto, abierto a toda la población, en el que se desgranarán entresijos de la «cara oculta» del periodismo, el poder y actualidad, entre otros.
Valdeorras de Cerca: Vuelve a O Barco, esta vez con «El precio de la verdad»
El acto es de entrada libre para que la gente venga y podamos hablar y formular preguntas sobre lo que está ocurriendo con los medios de comunicación, el periodismo y la actualidad. Hay gente muy interesada con lo que ocurre, no solo con el periodismo, sino que está molesta, que consume medios cada día y no sabe el funcionamiento por dentro, y es bueno tratar y responder a esas preguntas. También hay una tendencia nueva, que es el hábito que tenemos de estar permanentemente conectados a los teléfonos móviles y redes sociales y conviene comentar lo que hay de bueno y malo en torno a ello, pues hay una serie de peligros y ventajas sobre las que las personas deben estar al tanto. Estas cuestiones se van a abordar en O Barco y están presentes en «El precio de la verdad».
VdeCerca: Un título sugerente para un libro, ¿cuál es el precio de la verdad?
En estos tiempos, en los que tantas cosas tienen un precio, en los que a veces se valoran más las cosas por lo que se pagan que por lo realmente valen, muchas veces y por desgracia la información y desinformación, sin duda, están vinculadas a lo que se compra y se vende. Hay intereses detrás de lo que se cuenta y lo que se oculta. Esa es la realidad. Y es bueno saberlo y abordarlo. Hay zonas oscuras y una de ellas es lo que está pasando con el periodismo y sobre «quién paga la tinta». Por supuesto que la información y la verdad tienen un precio, y se puede pagar caro, hasta el punto de que hay gente que lo está pagando y no se da cuenta de que la están manipulando, no es consciente. En un libro como «El precio de la verdad» hay que reivindicar que la gente esté despierta, que tenga un fondo cultural y de educación, que esto es fundamental pues son herramientas que nos pueden salvar de la manipulación.
V de Cerca: Se ha avanzado mucho desde el punto de vista tecnológico pero a veces da la impresión de que existe un cierto retroceso social y falta de libertades, ¿dónde queda el pensamiento crítico?
Por una parte, hubo un tiempo en el que veníamos de una dictadura, en la que no se podía decir lo que se pensaba, y luego ha habido unas décadas en las que ha habido una apertura, con espacios de libertad, afortunadamente. Pero también estamos ahora mismo en una fase de retroceso, de repliegue, porque yo creo que hay poderes que están establecidos, muy bien relacionados y que están quitando y poniendo a su gusto. En este país, uno de los problemas que tenemos es que hay una excesiva concatenación y falta de independencia entre el poder político, mediático, económico y judicial. Eso se ha ido estrechando y ahí incluso se decide si se quita o se pone a profesionales, por ejemplo. En ese aspecto estamos en un cierto retroceso.
Por otra parte, es verdad que a la sociedad se la tiene cada vez más entretenida y más inmovilizada. La gente se moviliza menos por causas que serían muy necesarias como el deterioro de la sanidad pública o los precios de la vivienda o la subida de los precios. Curiosamente, hay una sociedad cada vez más inmóvil, al mismo tiempo que las necesidades van en aumento. Las grandes corporaciones obtienen cada vez beneficios más jugosos como son las energéticas, la banca, el negocio de la construcción o del turismo. Pero ahora mismo hay personas en condiciones precarias o gente que no puede pagar el alquiler que se le exige o que está esperando a ser atendido por un médico durante mucho tiempo y tiene que ir a la sanidad privada. En esto último, hay quien se lo puede permitir, pero hay mucha gente que no.
Y además, hoy se está en el consumo rápido, pero la información requiere también una reflexión, requiere primero no creerse todo lo que nos cuentan. Esto es fundamental. Habría que poner en valor a los profesionales de la información que quieren servir a la ciudadanía y no al político de turno.
Hay políticos que se han aprendido que teniendo a los medios bien pagados van a contar lo que ellos quieran. Hay un montón de dinero público que está yendo a medios de comunicación y no sabemos exactamente cuánto va, a todos los niveles, nacional, autonómico, provincial o local. No hay transparencia. Hay políticos que se han aprendido que pueden comprar periodismo a los periodistas o medios con dinero público. Al hacer esto, condicionan lo que se cuenta y van estrechando la comunicación de tal modo que cada vez se cuenta más lo que interesa a esos políticos que contar en general lo que ocurre.
Existen ciudadanos que consumen esos medios con esa cadencia, que solo esperan que les cuenten lo bueno de su partido y lo malo del partido rival. Esto va estrechando el margen de la libertad de información y, efectivamente, del pensamiento crítico. Se van cerrando los círculos en torno a una sociedad cada vez más polarizada y más cerrada en torno a determinadas premisas, sectarias. Eso, por desgracia, está ocurriendo. Y hay políticos que creen que los periodistas, tengan un pensamiento conservador o progresista, deben ser sus soldados. No entienden ni respetan la libertad de prensa. E incluso hay políticos que no han cotizado a la seguridad social fuera de la política en su vida y no entienden lo que debe ser el pilar en democracia del periodismo como un contrapeso del poder.
V de Cerca: Denos unas pinceladas sobre su visión del periodismo y ser periodista
Este país también son sus pueblos y provincias, más allá de Madrid. Hay profesionales que venimos de pueblos y provincias. El periodismo también es tratar de lo que ocurre fuera de Madrid. Y hay un montón de cosas que están pasando fuera de Madrid, en Galicia y localidades gallegas, que tienen su particularidades y a las que prácticamente no se les da cobertura. El periodista tiene la obligación de viajar y tener contacto con ciudadanos de distintos puntos de España. Y es lo que intento hacer. Y actos como el de O Barco, o recientemente en Canarias (Adeje) donde presenté mi libro, es lo que me permite tener ese contacto con la ciudadanía y aprender.
Al final, el periodista es un servidor público, que se debe a la gente que lo escucha, que lo ve o lo lee. Iñaki Gabilondo decía que hay un principio clave, que es saber escuchar. Hay gente que oye y no escucha y gente que ni se toma la molestia en oír. Una de las tareas fundamentales del periodistas es conectar y dar voz a la ciudadanía, servir de correa de transmisión entre la sociedad y el público que ve un programa, esa debe ser una de las esencias del periodismo. Yo recorro España presentando mi libro y creo que esto viene muy bien a un profesional para ver qué ocurre. El periodista tiene que hacer un pequeño esfuerzo por intentar escuchar y aprender de lo que le cuenta la gente y no perder ese contacto con la realidad. Los principios deben ser reivindicar la verdad, contrastar la información, veracidad y algo que debe estar en el frontispicio de cualquier redacción y periodista: Se sirve a la ciudadanía, no a los políticos.