Esos extraños «vecinos» de la Plaza Mayor de O Barco que se asoman desde balcones para otear cada uno de sus ángulos son «seres» de Iván Prieto, escultor de O Barco que colabora con «enBarcArte».
Miden dos metros de longitud. Cada uno de ellos proyecta una historia, un semblante tierno, dulce, misterioso, surrealista… adjetivos a definir por el propio espectador.
Sus personajes son «como autómatas» —en palabras del propio artista—, para simbolizar, en algún caso la «masa dominada», manipulada, atada como refleja la llave de cuerda a la espalda de algunos de ellos.
También se representa la provocación, en este caso en la azotea de la antigua casa de galería azul que sobresale en este rincón urbano, o bien el simple absurdo.
Y ahí permanecen atentos, silenciosos y, al mismo tiempo, expresando su esencia a través de sus formas excesivas, deformadas. Sus personajes suscitan proximidad y empatía.
Esta es sólo una de las diversas obras repartidas por el casco urbano que han transformado el paisaje urbano.
Estos «vecinos» tan singulares abandonarán la Plaza el próximo 29 de septiembre. Pasarán dejando su pequeña huella en este novedoso festival de arte en la calle que promete novedades en próximas ediciones y que, sobre todo, transmite amor por el arte.
La plástica del escultor Iván Prieto «nunca ha temido a lo extravagante, a lo excesivo. Su obra no sabe de contenciones. En ella encontramos personajes quebradizos, llenos de melancolía, sufrientes…. La obra de Iván Prieto tiene la capacidad de transmitir un gran lirismo. De crear una belleza rupturista frente a cualquier estereotipo» (cita de Lucía Carballeda Suárez).