Enrique Álvarez: «No se entiende el castigo a San Vicente, privado de su carretera durante 30 años»

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El alcalde de Vilamartín volverá a plantear a la Diputación la necesidad de una solución

El alcalde de Vilamartín, Enrique Álvarez Barreiro, aguarda una reunión con el presidente de la Diputación de Ourense, al que solicitó audiencia hace tres meses, para volver a plantear la «eterna» solicitud de arreglo de la carretera de San Vicente de Leira por la que el municipio lleva aguardando más de 30 años.

Enrique Álvarez Barreiro reconoce que la Diputación concedió mejoras al municipio el año pasado, «y estamos agradecidos» —puntualiza— pero olvida una prioritaria como es la reforma del citado vial.

El alcalde de Vilamartín valora que no acaba de comprender por qué el arreglo de la carretera no llega nunca. Subraya que el municipio hay industria como talleres de coches, de camiones, dos complejos hosteleros, una residencia de ancianos y una empresa de pizarra, entre otras.

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«Es una zona importante, pero la mayor parte del producto interior bruto de Vilamartín, muchos millones de euros bajan y bajaron por la carretera de San Vicente», dice en alusión a la pizarra.

Recuerda que durante los últimos años hubo más actividad relacionada con la pizarra, de modo la carretera de San Vicente siempre fue un núcleo estratégico económico de Vilamartín.

«Es verdad que es en los últimos 700 metros de la carretera, que es justo donde se encuentra una cantera. Pero ni siquiera es esta la justificación, sino que la carretera llevaba hecha 90 años y hace 30, por la razón que fuese, se fue cayendo. ¿Y de quién es obligación mantener en buen estado la carretera? De la Diputación». Se pregunta por qué no hace nada.

Afirma que la Diputación sí está atenta a qué pasa en la carretera. Pone dos ejemplos. Como propietario de un taller, el alcalde colocó en la carretera un poste al lado de la misma y no pidió permiso. A la semana siguiente, la Diputación le obligó a retirarlo «y con razón, no estaba legal», señala. Después, un maderista cortó unos pinos y dejó unas ramas en la carretera. «Me llamó la Diputación para que lo avisase y las retirase. Y con razón de nuevo, aún cuando no molestaba. Todo correcto», añade.

Ambos casos, dice, ejemplifican que «la Diputación está pendiente de la carretera. Y me parece justo, pero lo mismo que está para estas cosas ínfimas ¿por qué no está para resolver el problema de la carretera de San Vicente?»

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Dice que no hay manera de hacer nada para avanzar en la recuperación de la carretera y que «lo intentamos de todas las maneras posibles. Se supone que es su obligación. Nos tendremos que morir, como mucha gente, sin ver la carretera. Esto es muy triste».

La reparación de la carretera abarca 800 metros cuya estimación para la mejora era de 13 millones de euros. «Lo lógico sería fraccionarlo. Además, saben que la cantidad puede rebajarse porque una pizarrera estaba dispuesta a correr con algún gasto».

Finalmente, señala que «no entendemos el castigo a San Vicente. Nunca hubo explicaciones coherentes».