En el montaje, liderado por Manuel Martínez, participan vecinas y vecinos de A Rúa Vella
El belén de A Rúa Vella se acerca al siglo de vida. Su antigüedad es uno de los sellos distintivos de un Nacimiento que hace pueblo, año tras año, generación tras generación, implicando a vecinos y vecinas en su colocación, toda una tradición que une un sentimiento: mantener vivo el espíritu navideño.
Manuel Martínez, sacristán del templo es la persona que lidera el montaje del belén cada Navidad en la iglesia de Santo Estevo. Esta es una de las fechas especiales en las que vive con intensidad e ilusión la puesta en escena de todas y cada una de las piezas que componen el belén.
Subraya que, en esta ocasión, «han participado más vecinos y vecinas, que otros años». Y recuerda que el año pasado no se pudo hacer debido a la pandemia.
Las figuras del belén son testigo del paso del tiempo. De gran tamaño, conjugadas con otras más actuales, toman vida con una escenificación en un retablo natural que llama la atención.
En los últimos días ha recibido visitas de personas que no quieren perderse la exaltación de la Navidad y el Nacimiento.
A la naturalidad, tradición y antigüedad de este peculiar belén hay que sumar su componente social: ayuda a hacer pueblo.
El belén permanece expuesto en la Iglesia de Santo Estevo hasta el próximo 7 de enero.
