De Perto: Xurxo Souto narró su «océano» a ritmo de caracola y acordeón

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El «ciclo de la palabra» prosigue el miércoles en los jardines de la Casa Grande de Viloira de O Barco con la «Hecatombre» de Samuel L. París

Los jardines de la Casa Grande de Viloira fue el escenario la segunda actuación del ciclo De Perto,organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de O Barco. Esta vez, el protagonista era Xurxo Souto,narrador oral y cantante del grupo Diplomáticos de Montealto. Ahora, como parte de la promoción de su libro «A gran travesía de Chiruca Macallás», interpretó su narración oral «Océano para terrícolas».

Precisamente, con este grupo visitó O Barco por primera vez hace unos 30 años para dar vida a un concierto a la orilla del Sil en el Malecón,que tuvo la anécdota de no poderse celebrar debido a una protesta vecinal por la escasez de agua de la traída con una cacerolada al grito de «Música no agua sí»,que fue tratada de contrarrestar por un joven punkie de O Barco llamado Graciano que trató de arropar al grupo de rock diciendo que al día siguiente iría a la iglesia del pueblo con el grito «misa no, agua sí». Este joven,que ahora es taxista, estaba en el acto con su  mujer y su madre para recordar esta anécdota.

Xurxo Souto con mucho entusiasmo y continuas apelaciones e interacciones con el numeroso público presente, al grito de «Medre o mar» a lo que el público respondía «Medre»,armado con una caracola que hacía sonar, recreó todo tipo de anécdotas de los pescadores gallegos a lo largo y ancho del mundo,pero sobre todo en Irlanda,ya que allí fueron los gallegos los primeros foráneos en pescar  y dominar las zonas de pesca.

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Detalló el peculiar lenguaje de los marineros al referirse a los diferentes  puertos de amarre como «Capetón»,Ciudad del Cabo en Sudáfrica,la isla de Agalicia al norte de Madagascar en el Indico.

Xurxo puso en valor el mar como recurso inagotable de riqueza para Galicia,ya que según él «es la única gran industria que no se puede deslocalizar a otro sitio».

Después ahondó en los cantos que las esforzadas mujeres de las fábricas conserveras como Massó, A Guía, Cuca,Thenaisie,… entonaban en las duras jornadas de preparación del pescado en conserva,a veces para hacer más llevadero el trabajo, otras de crítica contra los encargados y empresarios y en ocasiones para evitar comer parte del producto en aquellas épocas de pobreza y carestía.

Todo esto era corroborado por la madre de la concejala Margarida Pizcueta,natural de Cangas del Morrazo y ex-trabajadora de una conservera. Xurxo, con la colaboración del público, cantó las canciones de aquella época en las conserveras.

Finalmente armado de un acordeón, Xurxo, engarzó un nexo de unión entre una zona de interior como O Barco y el mar,mediante su patrón San Mauro,que en gallego es San Amaro y la tradición cuenta que fue quien descubrió la supuesta Isla Paraíso y que la Iglesia asoció por el parecido en el nombre al discípulo de San Benito que es San Mauro.

Los asistentes disfrutaron  de una improvisación musical sobre el orgullo de «ser do Barco».

El «ciclo de la palabra» prosigue el miércoles, a las 20,30 horas, en los jardines de la Casa Grande de Viloira de O Barco con la «Hecatombre» de Samuel L. París.

Texto y fotos: Rubén Marcos (colaborador)