El artista que tiende puentes entre Oriente y Occidente culminará su gira en el Liceo de Ourense, el 30 de mayo, y en el castillo de O Bolo, el 31
Carlos Domínguez, cantautor, físico y científico de Madrid, que tiene raíces en O Bolo, acercará la música de su tercer disco «Un tiempo mejor» al Liceo de Ourense (el 30 de mayo, a las 20,00 horas) y al castillo de O Bolo (31 de mayo, a las 19,00 horas). Con estos dos espacios culminará su gira para abrir espacio a lo nuevo, enfrentarse a una nueva «página en blanco» para seguir creando y «soñando canciones», como él mismo dice.
El cantautor, que también escribe («Canciones veladas»), publicó el disco «Un tiempo mejor» en junio de 2023, año en el que inició la gira —precisamente en el Liceo de Ourense—, que ha recorrido distintas ciudades de España, entre ellas Madrid, Barcelona y Valladolid.
Además, el Instituto Cervantes le invitó en abril del año pasado a hacer una gira por el Líbano (Beirut, Trípoli y Baalbek) a raíz de su tema «Beirut», que mezcla lenguas árabe y español, en reconocimiento a los puentes que tiende la canción y que ha interpretado con la soprano Hayfa Nour Yeghiayan.
Carlos Domínguez resume el sentido de su música como un alegato a la libertad para intentar dibujar «Un Tiempo Mejor», que el cantautor trata de modelar con sus vivencias personales.
Ciencia y música forman parte de su ser para conformar un equilibrio en el que la creatividad es el nexo. Su objetivo es emocionar al público, algo que consigue con la profundidad de sus temas.
Valdeorras de Cerca: Actuarás en O Bolo por primera vez, en la tierra de tus padres, ¿cómo surgió la idea?
Carlos Domínguez: En verano me concedieron el honor de ser el primer pregonero de la Feira Irmandiña en O Bolo, que fue todo un honor y en la que hizo un homenaje a las personas que emigraron. A raíz de ahí surgió la idea de un concierto en el castillo, que es un lugar tremendamente especial para el concierto. El de O Bolo es uno de los conciertos más importantes de este cierre de gira que haré con cuatro conciertos. Un día antes, actuaré en el Liceo de Ourense.
V de Cerca: El castillo de O Bolo es ideal para el concierto…
Carlos Domínguez: Sí. La canción de autor mezcla poesía, narrativa y música, en la que a veces tiene más importancia la letra o mensaje, por eso siempre se buscan espacios más pequeños donde el encuentro con el público sea más directo pues genera un clima de intimidad, el público se presta más al diálogo con el artista.
V de Cerca: Estilo musical, ¿cómo defines tu música?
Carlos Domínguez: Música de autor, de corte intimista, con influencias por mis orígenes (el grupo «Distancias Cortas») de pop-rock pero también de la generación de grandes cantautores de los 90 como, por ejemplo, Ismael Serrano y Antonio de Pinto, productor este último de mis discos que me acompaña habitualmente y que va a estar en el castillo de O Bolo y en el Liceo de Ourense.
V de Cera: ¿Desde cuándo sientes esta pasión por la música?
Carlos Domínguez: Desde que tengo uso de razón ya me gustaba cantar. Me recuerdo canturreando e inventándome canciones. Para mí era importante cantar, pero sobre todo crear, le daba importancia a la improvisación o creación. La imaginación me la dieron muchos de los libros que leí. Me interesaba mucho crear, con 14 años ya escribía canciones de los primeros amores, primeros desengaños, lo que sentía y siempre con las ganas de transmitir y de contar algo.
V de Cerca: La música es un camino tan gratificante como difícil pues hay que luchar mucho
Carlos Domínguez: Sí, es cierto. Es un camino muy complicado. Y a esa lucha yo renuncié en parte cuando estudié mi carrera de Físicas, doctorándome posteriormente en la Universidad Rey Juan Carlos. Dirijo el Laboratorio de Tecnología de Polímeros de esa Universidad y gracias a la investigación que desde allí realizamos he dado y doy conferencias en diferentes partes del mundo. Tengo una parte profesional que me nutre, con una base, también, muy importante en la creatividad. Aún así la música ha ocupado una parte muy importante de mi vida, pero con la libertad que supone no estar pendiente de los mercados, de lo que vende o de lo que está de moda.
La música siempre ha sido un espacio muy puro, muy esencial, muy mío donde he pretendido transmitir lo que me mueve, conmueve, lo que me emociona, sin pensar si eso es lo que puede demandar un gran público, sin pensar en el negocio de las discográficas. Tengo mi libertad y esto es muy importante.
V de Cerca: ¿Cuál es el punto de encuentro de la ciencia y la música?
Carlos Domínguez: Ciencia y música están conectados, beben de la creatividad. Ambas me dan un equilibrio. Me han pasado cosas bonitas en el mundo de la ciencia. Me invitaron como ponente a China y Australia y esto es un reconocimiento a mi carrera científica, que ya tiene un cierto recorrido, pero de lo que me siento más orgulloso es de nunca haber dejado la guitarra, nunca haber dejado de crear, de intentar soñar canciones.
Ciencia y música forman parte de mi. Ambas son una parte vital. A los 24 años grabé mi primer disco, después tuve un parón profesional debido a la carrera científica y paré de tocar, con un silencio de 10 años. Pero tenía la necesidad de la música y fue en ese momento, cuando regresé cuando las dos facetas encajaron, encontrando a un gran equilibrio. Cuanto más prolífico me siento creando o escribiendo es cuando también he podido hacer mi trabajo profesional. Ambas se retroalimentan.
V de Cerca: Tienes tres discos, ¿cuál es el trabajo más especial?
Carlos Domínguez: Todos son hijos míos. Pero es verdad que el último disco me da la impresión que ha llegado o emocionado. En la gestación de este disco suceden vivencias personales como la pérdida de mi madre, que fue una persona importantísima en mi vida, también mi padre. Es un disco profundo, con un contacto especial con la meditación. La canción «Calma» sugiere que a pesar de todo, todo está bien, todo es perfecto y está donde ha de estar. Es un ejercicio de madurez lo que me hizo llegar a «Un tiempo mejor».
V de Cerca: «Un tiempo mejor» en ¿malos tiempos para todo?…
Carlos Domínguez: Parece que el título «chirría» en un momento en que todos hablamos de que todo está peor, con guerras, un tiempo con esa súper conexión con las redes pero la desconexión de nosotros mismos, de nuestro corazón, de nuestro yo, que nos lleva a lugares peligrosos, también como sociedad. Sin embargo, en esos espacios complicados, que a mi me tocaron personalmente, supe encontrar un tiempo mejor, de ahí que es un alegato a la libertad para intentar desde nuestras vivencias crear un tiempo mejor. Por ello este disco es especial y a mi me ha marcado especialmente.
Después está «Beirut», donde viajé hace dos años, en un momento de la crisis del país, y quise hacer un homenaje a ese lugar y un guiño al puente entre Oriente y Occidente: Nos gustamos, nos atraemos, pero a la vez nos rechazamos y eso un poco lo que la canción cuenta. Fue una gira muy especial e incluso en uno de los conciertos un misil cayó relativamente cerca durante el mismo.
V de Cerca: ¿Cuál es tu proyecto al finalizar la gira?
Carlos Domínguez: Enfrentarme al proceso de creación, a esa «página en blanco», para seguir contando historias. Hay mucho que contar. Ya hay algunas canciones que están naciendo, posiblemente estrenaré alguna en O Bolo. Me apetece crear, también desde el punto de vista de la narrativa pues me gusta escribir relatos y, de hecho, en 2017 publiqué un libro de relatos “Canciones Veladas”. Me apetece escribir y para eso es necesario parar y sentarse a crear.