Belén Solarat, una médica ruesa en la «boca del lobo» del coronavirus

Belén Solarat González, médico residente en la especialidad de Neumología en Barcelona
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Trabaja en el Hospital Clínic de Barcelona en contacto con pacientes del COVID-19 y lanza un claro mensaje: «Hay que cumplir las medidas de seguridad, quedarse en casa»

Belén Solarat González forma parte del grupo de héroes y heroínas de los profesionales de la sanidad de este país que están «en la boca del lobo del coronavirus». Es de A Rúa y trabaja en una de las «zonas cero» de España: Barcelona. Ejerce como médica residente desde hace tres años en la especialidad de Neumología en el Hospital Clínic de la Ciudad Condal.

Día tras día desciende al «infierno» del coronavirus, atiende y está en contacto pacientes ingresados por el COVID-19. Una labor similar a la de sus compañeros, insiste, haciendo mención especial al cuerpo de Enfermería, que pasa más tiempo en habitaciones «si cabe que los médicos» —añade— así como el equipo de limpieza y personal de hospital en general.

Comprometida, con un sentimiento claro de servicio de ayuda a los demás, optimista y con grandes dosis de energía, Belén Solarat González planta cara al coronavirus con calma, paciencia y esperanza. Su profunda vocación la mueve en esta lucha que, recuerda, es de todos y cada uno de los ciudadanos.

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Su mensaje es claro: «Todos tenemos que ser conscientes de que hay que tomar las medidas de seguridad en serio porque la comunidad científica no puede controlarlo sola». Considera que cada persona tiene que aportar su granito de arena para frenar el coronavirus en todos los rincones de la geografía española, también en Valdeorras.

Belén Solarat González llega a su centro de trabajo cada día, afrontando jornadas más largas, de 24 horas, con una sonrisa por delante. «Es más estresante a nivel psicológico que físico, que también lo es, porque los pacientes están aislados, asustados y no pueden recibir visitas de sus familiares a diferencia de pacientes normales, que sí las tienen. Psicológicamente, tanto para los enfermos como para los profesionales sanitarios es bastante frustrante», cuenta.

Desde el punto de vista físico, enfundarse en los elementos de protección individuales como mascarilla, gafas, guantes y bata deja su huella. «Son muy incómodos, agobiantes. Se lleva mal. Te ahogas, dejan marcas, no estamos acostumbrados a trabajar tan protegidos y hasta tienes la sensación de mareo».

A ello hay que sumarle, la exposición del personal sanitario al coronavirus, que produce preocupación en cuanto a que «vemos que en otros hospitales se ha ido acabando el material para los profesionales sanitarios».

No obstante, y aún cuando el coronavirus es duro, Belén Solarat González le planta cara con valor y paciencia. Su carácter tranquilo le ayuda, dice. Pero sobre todo, su vocación, que está por encima de todo. «La implicación es absoluta y las ganas de darlo todo, también», añade.

En este sentido, ensalza la labor de todos los profesionales sanitarios. «Todos somos muy vocacionales. No nos planteamos esto como un trabajo, sino como un deber y queremos hacerlo lo mejor posible. Queremos darlo todo». Es más, el compromiso es tan firme que incluso hay «médicos jubilados que han regresado para ayudar», añade en alusión a la solidaridad.

Lo más importante, asevera, es que los ciudadanos asuman todas las precauciones y permanezcan en casa para que no se colapse el sistema sanitario.

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Belén Solarat González responde a preguntas que pueden ayudar a llevar con más paciencia el confinamiento.

¿Nos estamos enfrentando al virus más potente del presente siglo, por eso de que es desconocido?

No. Ya hubo casos de coronavirus que no llegaron a ser una pandemia y que se quedaron en China y Oriente Medio en otras décadas. Eso sí, a nivel de pandemia es un momento histórico, sobre todo porque es muy contagioso y se contagia rápido. El problema es que mucha gente no tiene síntomas o síntomas muy leves y hay un porcentaje pequeño, un 20 por ciento que están muy graves. La gran dificultad es el colapso sanitario que se produce. El sistema no está preparado.

¿Cuando comenzará a bajar el pico de infectados?

Cada jornada que pasa entran nuevos casos. Lo que se prevé es que en dos semanas se alcance el pico máximo. Si se van respetando las medidas de cuarentena, lo normal es que vaya descendiendo el número de contagios. Se están volcando todos los esfuerzos para que no se colapse el sistema sanitario y poder atender a todo el mundo.

¿Que le diría a su tierra, A Rúa, a Valdeorras y la población en general?

Que el coronavirus es muy contagioso. Que se queden en casa. Esto es muy importante para intentar romper la cadena de contagios. No se debe acudir al hospital sino llamar al número habilitado en cada Comunidad (en el caso de Galicia 900 400 116).

¿Mascarilla sí o no?

Mascarilla si una persona tiene síntomas como tos y si sospecha que puede tener el coronavirus.

¿Desinfectante o jabón para las manos?

Cualquiera de ellos. La solución hidroalcohólica es simplemente más cómoda para los lugares donde no dispones de un grifo como un metro o el supermercado.

¿El peligro es mayor en las ciudades que en el medio rural?

El peligro está en todas partes. Una persona que haya estado en Madrid, por ejemplo, y pase por A Rúa, por ejemplo, puede propagar un contagio. De ahí que sea muy importante salir sólo en caso de necesidad. Es una cadena. Hay que minimizar el riesgo, mantener las medidas de seguridad decretada y llevarlo con paciencia.

El miedo no es necesario…

Tener miedo, estar estresados no va a cambiar la situación. Tenemos que pasarlo. Vamos camino del momento peor del coronavirus. Serán semanas difíciles, pero todo pasará como ocurrió en China. Todo volverá a la normalidad y esperamos que no sea con muchos daños colaterales. Los efectos del confinamiento no se van a ver ahora sino dentro de dos semanas.

El coronavirus se comporta de forma diferente en los pacientes

Es una ruleta rusa. Es un virus respiratorio. La probabilidad es que si uno lo tiene no le vaya a pasar nada pero sí que hay un porcentaje de casos graves.

¿Cuándo llegará la solución al coronavirus?

Es pronto pero, al menos, ya se están haciendo ensayos clínicos en los Hospitales de Cataluña. Se están probando los fármacos empleados en China, antirretrovirales. Se va a por todas, claro.

Eres una de las heroínas del sistema sanitario…

Lo son todas las personas que forman parte de los hospitales. Desde las profesionales de la limpieza, que desinfectan a diario las superficies; el equipo de Enfermería, que es el que más tiempo pasa dentro de las habitaciones, más que los médicos; los camilleros; los que acercan los bocadillos del restaurante…Todos son héroes pues están trabajando mucho.

Conociendo el verdadero impacto del coronavirus y estando en Barcelona ¿te preocupa tu familia de A Rúa?

Estoy tranquila porque están cumpliendo todas las medidas decretadas y, en este momento, no existe colapso en Galicia. Me preocuparía más si ya hay muchos casos pues el problema real es que se colapsan los hospitales.

Formula un deseo

Lógicamente, que se encuentre una vacuna y no se quede con nosotros como ocurrió con la gripe.

(Belén Solarat González tiene 28 años. Es de A Rúa. Su pasión por la ciencia, el gusto de tratar con las personas y la vocación de servicio de ayuda a los demás la empujaron a estudiar medicina: «Lo que más me gusta de la medicina es su parte social», concluye esta heroína en la batalla contra el coronavirus)