Jacobo Arias y Teresa Crespo rompen el molde clásico y aplican un método de enseñanza rápido y ameno para obtención del permiso de conducir, imparten cursos especializados de transporte y lo más nuevo: pilotaje de drones
Autoescuela Valdeorras cumple 7 años. Está ubicada en el número 6 de la emblemática Plaza Mayor de O Barco. Jacobo Arias Fernández y Teresa Crespo Castro son los propietarios de este establecimiento, un centro de formación innovador que nació del amor que ambos comparten por la profesión y los coches, una pasión que se «asoma» en la decoración del local, inspirada en las carreras de automovilismo.
La experiencia previa en el sector les llevó a emprender. Teresa Crespo trabajaba en este ramo y Jacobo Arias se dedicaba a la formación profesional de camiones y autobuses, además de tener la correspondiente la titulación. Vivían fuera de Galicia. Hace siete años, decidieron volver a su tierra y tomar las riendas de una actividad que les apasiona y su villa natal.
Partieron de cero con la ilusión en sus manos, la misma que les mueve cada día. «Empezamos poco a poco y aquí seguimos, esperando que sea por muchos años», dicen.
Jacobo Arias ejerce como formador también más allá de las aulas de este centro en O Barco y se desplaza con frecuencia a Madrid para impartir cursos relacionados con el transporte. De hecho, Autoescuela Valdeorras es centro colaborador de Cesur (Centro Oficial de Formación Profesional).
Innovación, actualización constante y atención personalizada son tres de las señas de identidad de Autoescuela Valdeorras. Este centro de formación del conductor aplica una metodología didáctica que rompe los moldes clásicos facilitando el aprendizaje de forma amena y rápida.
Autoescuela Valdeorras conjuga la formación de conducción profesional con actividades formativas auxiliares y complementarias del transporte.
Además de enseñar a conducir coches (permiso B), despliega una gama de servicios de formación relacionada con el transporte como el CAP (Certificado de Aptitud Profesional) y enseñanza especializada en seguridad y prevención de riesgos como la ITC para minería (Instrucción Técnica Complementaria). También forma a carretilleros, acompañante de transporte escolar, manejo del tacógrafo y brinda cursos de control del estrés del conductor.
Especialización en drones: el título de piloto
Una de sus grandes novedades es la reciente especialización en drones. Autoescuela Valdeorras es un centro colaborador de AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea). Enseña el manejo de dichas aeronaves y todo lo relacionado con ellas como cursos de topografía y fotogrametría para drones.
En Autoescuela Valdeorras se puede obtener la licencia de piloto de drones. «Se hace todo el proceso. Ahora como son tiempos de COVID as clases son online, a través de una plataforma digital. Pero el examen, que consta de teoría y práctica, se realiza aquí», explica Jacobo Arias. Se trata de un título de piloto profesional de vuelo.
«Un dron no es un juguete. No se puede manejar si no tienes licencia. Tampoco es posible sobrevolar cualquier sitio ni recoger imágenes de cualquier persona porqu, hay una Ley de Protección de Datos», expone Jacobo, en alusión a que existe una normativa que hay que cumplir. Al mismo tiempo, señala que la obtención de título de piloto no es una demanda popular, sino de profesionales que lo precisan para determinados empleos.
Siguiendo el principio del dicho quien mucho aprieta poco abarca, Jacobo Arias y Teresa Crespo tienen muy claro que la cartera de servicios actuales Autoescuela Valdeorras es suficiente.
«No queremos ampliar más, queremos trabajar bien y seguir dedicándonos a ello. Ojalá funcione como hasta ahora para continuar trabajando en lo que nos gusta». Eso sí, a corto plazo, evalúa incorporar la formación de moto con pistas propias.
«En Autoescuela Valdeorras no existe el concepto aburrido y solemne de la formación»
Pero, ¿cómo es por dentro Autoescuela Valdeorras? Jacobo y Teresa son el motor de Autoescuela Valdeorras.
Empezasteis de cero hace 7 años con un planteamiento muy claro de modernidad, actualización y un método de enseñanza que facilita el aprendizaje
Teresa: Empezamos con una idea acorde a los nuevos tiempos, sin el concepto solemne y aburrido de la formación, que era típico antiguamente en este tipo de negocios. Motivamos al alumnado. El aprendizaje es ameno. No se puede tener un método tan rígido como había en el pasado. Aún cuando la mayoría de nuestro alumnado son jóvenes, el perfil sigue siendo variado y hay gente de todas las edades.
Jacobo: Sí, cuesta mucho empezar y mantenerse. Desde que estamos en la era digital todo cambió. Esta es una autoescuela moderna, con unas instalaciones muy amplias, con miras de futuro, adaptadas a las nuevas normativas y completamente actualizada.
Sois una pareja con un afición común: la pasión por los coches
Teresa: A mí desde niña me gustan los coches con locura. Trabajé fuera de O Barco en este sector. Y ahora tenemos nuestra propia autoescuela. Es una experiencia genial, porque trabajo en lo que me gusta.
Jacobo: Mis padres pueden certificar que en el pasado invertía todo lo que ganaba en coches, mal invertido, tal vez (se ríe). A mí me gustan mucho los coches, también a Teresa. Y nos encanta viajar.
¿Cuál es vuestro proyecto?
Teresa y Jacobo: El poder seguir trabajando aquí, sin más. Poder jubilarnos en nuestro establecimiento es ya una meta importante. Después de 7 años, nos pilló la pandemia, que afectó negativamente a toda la actividad comercial. Pero somos pocos trabajando, con un equipo de profesionales de lujo que somos ya una «familia».
¿Qué es lo más interesante o que más os gusta de la profesión?
Teresa: Lo más interesante para mí es tratar con la gente joven, te da una alegría, siempre te arrebata una sonrisa y te cuentan sus cosas. Es muy agradable.
Jacobo: Que los clientes que vengan estén contentos con los servicios y que los trabajadores estén a gusto. Me gustaría que todos los trabajadores puedan decir que están contentos, orgullosos. Es muy difícil, por no decir imposible, que todo el mundo esté contento, pero esa es la aspiración, que pese más lo bueno que lo malo.
Los principios que mueven Autoescuela Valdeorras ¿son…?
Teresa y Jacobo: Para competir hay que hacer las cosas bien. Lo pensamos mucho antes de abrir. Ambos tuvimos la suerte de trabajar en el sector y de estar formados antes de abrir. Todo el equipo apostamos por una forma de trabajar, aportando cada uno ideas para darle el toque de la innovación. Somos conscientes de que el alumno, desde el momento que entra se está gastando un dinero y que tiene que la formación tiene que ser rentable para él. Una de las cosas que hacemos es un seguimiento de la formación personalizada con los alumnos de muchas formas: hablando, vía móvil, vía internet. Intentamos que la gente esté contenta, que su gasto sea mínimo y saque cuanto antes el carné, por ejemplo.
¿Una autoescuela es un servicio esencial?
Teresa: Para mí, depende de donde vivas. Está claro que la gente necesita, cada vez másm el carné de conducir. Hay personas que ya lo tienen y ahora se ven en la obligación de conducir, entre otras cosas por la dificultad de moverse desde otros pueblos hasta O Barco, debido a la dispersión de la población. Hay quien lo saca por primera vez pero otros vienen a reciclarse.
Jacobo: Creo que no. Hay mucha gente que no tiene carné y se mueve igual. Con la crisis del COVID, se aplaza. Sí se necesita el coche, pero no es una necesidad esencial. Lo ideal es que lo fuese. Es una opción.
Autoescuela Valdeorras caló en O Barco
Teresa y Jacobo: Somos de aquí y tenemos mucha ilusión por el trabajo. No queremos crecer más. Es un proyecto familiar. Estamos contentos. Estamos agradecidos a la gente. Las cosas no estaban bien hace siete años y ahora están peor. Si seguimos aquí es gracias a las persoas que han creído en nosotros y que sigue confiando en nuestro trabajo. Esto es lo importante. El sueño es continuar como hasta ahora. Insisto, queremos finalizar aquí nuestra vida laboral.
¿Comprometidos con O Barco y con sus posibilidades de crecimiento?
Teresa y Jacobo: Totalmente. Aportamos nuestro granito de arena para que O Barco, tanto establecimientos comerciales como clientes, sigan teniendo ilusión por trabajar, comprar y vivir aquí. Porque sería triste que O Barco acabase siendo un pueblo fantasma. Es una apuesta por lo nuestro.
(Jacobo y Teresa anima a que las personas interesadas en alguno de los servicios de Autoescuela Valdeorras que «nos visiten, nos conozcan y después decidan. Y que los que vengan sigan confiando en nosotros»).