La fiesta durante el fin de semana accionó la labor de los rastreadores y las pruebas de contactos estrechos siguen realizándose
A Rúa preocupa y mucho en el ámbito sanitario. En los últimos días y horas se han ido realizando incontables pruebas de COVID-19, buena parte de ellas a raíz de una fiesta el fin de semana, que disparó un brote y accionó el protocolo sanitario. A medida que avanzan las horas arroja nuevos positivos.
Rastreadores y personal sanitario de Valdeorras no han parado en las últimas horas, dando curso a una «marea» de pruebas que no ha finalizado.
En este momento, todavía no se puede cifrar en su totalidad teniendo en cuenta que las PCR no han concluido o bien están pendientes de resultado. No obstante, a día de hoy se contabilizan 29 casos, recuento que irá oscilando en función de las citadas PCR.
De hecho, A Rúa ha pasado a nivel de alerta «naranja» sobre el mapa de COVID de la Consellería de Sanidade, nivel 2 que se traduce entre 14 y 21 casos en la última semana.
Fuentes sanitarias consultadas aseguran que la polémica fiesta de fin de semana ha tenido un impacto negativo en la evolución de la situación epidemiológica del municipio.
Es más, el Comité Clínico de la Xunta de Galicia anunció hoy la decisión de mantener A Rúa en «vigilancia especial» antes de tomar otro tipo de restricciones. Observará la evolución de la situación epidemiológica y, en función de ello, actuará.
A Rúa podría convertirse en un «polvorín» de coronavirus. De la responsabilidad todos depende frenar su avance y que la situación mejore.
