A Rúa fue una de las localidades que respondió a la llamada contra la violencia machista. La concentración en repulsa del triple asesinato de Valga y de la larga lista de mujeres muertas se desarrolló a la puerta de la Casa Consistorial reuniendo a vecinas, vecinos y miembros de la Corporación municipal.
El sentimiento de rechazo y condena fue unánime. Se reivindicaron medidas más eficaces para la prevención de una violencia en ascenso que exige un cambio de raíz en la educación y otros ámbitos sociales.

El acto se inició con el reparto de pequeños carteles en repulsa de los asesinatos a mujeres.

María González Albert fue la persona que puso voz a la lectura de un manifiesto de la coordinadora gallega de la Marcha Mundial de Mujeres.

El mensaje fue claro: Ni una mujer muerta más, “nos queremos libres, vivas”.
En imágenes:


