Los peregrinos desafían a la ola de calor en el Camino de Invierno

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Realizar esta ruta jacobea bajo temperaturas extremas conlleva seguir unas recomendaciones para evitar golpes de calor

La intensa ola de calor que azota estos días a la comarca de Valdeorras está teniendo un impacto directo sobre los peregrinos que recorren el Camino de Invierno. Con temperaturas que han llegado a superar los 40 grados en las horas centrales del día, los peregrinos afrontan una de las semanas más duras del verano en plena ruta jacobea.

Todas las recomendaciones son pocas para quienes realizan el Camino durante esta ola de calor. La primera de ellas es adelantar al máximo la salida por las mañanas, comenzando la jornada antes de las 7:00 horas para evitar el tramo central del día, cuando el sol es más intenso. Muchos peregrinos optan por detenerse a partir de las 12:00 del mediodía, reanudando la marcha por la tarde o acortando la etapa si el calor aprieta. Pero buena parte de ellos también desafían a las altas temperaturas, algo que no se aconseja.

Además, no todas las etapas del Camino de Invierno son iguales. La que discurre entre Quiroga y A Rúa supera los 27 kilómetros, mientras que el tramo entre A Rúa y O Barco es más liviano, con apenas 14 kilómetros. Esta diferencia es crucial en días con calor extremo, ya que una jornada larga puede suponer varias horas bajo el sol, incrementando el riesgo de golpes de calor, deshidratación o mareos.

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Hidratarse constantemente, incluso sin sensación de sed, es otro consejo fundamental. Llevar agua suficiente o prever los puntos donde reabastecerse se convierte en algo prioritario. En este sentido, fuentes públicas, bares o comercios son aliados importantes. Además, proteger la cabeza con gorra o sombrero, usar ropa ligera y transpirable, y aplicarse protector solar de forma regular son hábitos que ayudan frente al calor.

Los peregrinos también deben identificar lugares donde puedan hacer pausas a la sombra, como áreas recreativas, iglesias abiertas o tramos boscosos. En el caso de notar síntomas como náuseas, dolor de cabeza o debilidad extrema, lo recomendable es detenerse de inmediato, buscar refugio y pedir ayuda si es necesario.

Algunos albergues y puntos de acogida están facilitando botellas de agua fría, ventiladores y recomendaciones impresas con protocolos de prevención. La colaboración entre vecinos, voluntarios y peregrinos es clave estos días para evitar situaciones graves.

En Valdeorras, el Camino de Invierno es también una experiencia de escucha al cuerpo y de respeto al entorno. En estos días de calor sofocante, priorizar la salud y adaptar el ritmo a las condiciones climatológicas no es una opción, sino una necesidad.

El Camino de Invierno atraviesa Valdeorras por municipios como A Rúa, O Barco de Valdeorras, Rubiá y Carballeda, y se ha consolidado en los últimos años como una alternativa tranquila y hermosa a otras rutas jacobeas. Sin embargo, la belleza del paisaje contrasta estos días con las dificultades que impone el calor extremo.