La Xunta se reunió con los alcaldes de A Rúa, Petín y Vilamartín para hablar de los arrastres por los incendios

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Volverán a mantener un nuevo encuentro al que invitarán a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil

El conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo, la conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez, y la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, mantuvieron hoy un encuentro con alcaldes y alcaldesas de la comarca de Valdeorras en el que le trasladaron la disposición de la Xunta a seguir colaborando y compartiendo su experiencia para evitar que las cenizas derivadas de los incendios del pasado verano lleguen a los ríos y a las redes de abastecimiento municipales.

Los representantes de la Xunta recordaron a las alcaldesas de Petín, A Rúa y al alcalde de Vilamartín que las competencias en la gestión del dominio público hidráulico (los canales fluviales y los sistemas de abastecimiento y saneamiento de agua) en la provincia de Ourense corresponden a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y a la Confederación Hidrográfica del Duero. En el caso concreto de la comarca de Valdeorras, la responsabilidad es de la Confederación Miño-Sil, a la que la Xunta trasladó su voluntad de colaboración desde el primer momento sin que el organismo dependiente del Gobierno central solicitase desde entonces ningún tipo de ayuda a la Administración autonómica.

Los tres conselleiros y conselleiras, que estuvieron acompañados por el delegado territorial de la Xunta en Ourense, Manuel Pardo, destacaron que los distintos departamentos del Ejecutivo gallego comenzaron a trabajar de manera inmediata para evitar el arrastre de las cenizas hasta los ríos con la llegada de las lluvias y que apoyaron a aquellos ayuntamientos que así lo solicitaron.

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Entre las cuestiones expuestas estuvo la labor realizada por Augas de Galicia en el entorno de los ríos de la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa —los que son de su competencia—, en los que habilitó barreras anticontaminación —cordones vegetales y barreras de madera en las laderas— para evitar que las cenizas de los fuegos llegaran a los canales fluviales y, por tanto, a las captaciones de agua destinadas al abastecimiento de la población. Son trabajos que, en el caso de Ourense, «deberían hacer las confederaciones dentro de su ámbito de influencia».

Por eso, con el fin de coordinar posibles actuaciones de futuro en este ámbito y optimizar sus resultados, representantes autonómicos y regidores acordaron celebrar próximamente una nueva reunión. La conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático se comprometió a invitar a ese encuentro al presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil con el objetivo de incidir en aquellas zonas más sensibles.

Plan de voluntariado

Además de las actuaciones del organismo de cuenca autonómico, recordaron que la Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático, en colaboración con la Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude, puso en marcha un plan de voluntariado para la provincia de Ourense del que podían beneficiarse todos los municipios. De hecho, la Xunta realizó una ronda de llamadas a los ayuntamientos (reforzada con el envío de correos electrónicos) para explicarles la posibilidad de que señalaran puntos y necesidades de actuación en su zona de influencia para incluirlas en el programa de voluntariado.

Este plan —en el que se integraron las peticiones municipales y las de otros colectivos o asociaciones y que contaron con el asesoramiento de agentes medioambientales y técnicos del servicio de Patrimonio Natural— movilizó a más de 400 voluntarios que trabajaron en la creación de fajas protectoras en las zonas afectadas por los incendios de una veintena de ayuntamientos de la provincia de Ourense, incluidos algunos de la comarca de Valdeorras.

Mulching para proteger el suelo de la erosión

La Consellería do Medio Rural también está realizando trabajos de acolchado de paja (técnica conocida como mulching) en las áreas más críticas, identificadas en colaboración con el CSIC, dañadas por los fuegos con el fin de restaurar las zonas quemadas para proteger el suelo de la erosión y evitar escurriduras.

La previsión es actuar en la mayor parte de los grandes incendios forestales de Ourense y las labores incluyen actuaciones desde helicóptero (helimulching), para llegar a las zonas de difícil acceso. En este sentido, la aeronave empleada con este fin tiene su base en el Barco de Valdeorras y centra su actividad en la provincia ourensana.

A mayores de estos trabajos, el Ejecutivo gallego también desplegó sobre el terreno brigadas específicas que sirven de apoyo al helimulching, realizan mulching manual y también repasan los cortes de buldócer que se hicieron para contener los fuegos, con el objetivo de mantenerlos limpios. En paralelo, se están revisando pistas forestales dañadas para comprobar el estado de las cunetas y zonas de paso para mejorar la capacidad de evacuación de las aguas.

Prioridad para los ayuntamientos en las líneas de ayudas

En el marco de la reunión fue anunciado que los ayuntamientos afectados por el fuego tendrán prioridad en las ayudas enmarcadas en las distintas líneas de apoyo al ámbito local para actuaciones y obras pendientes por problemas estructurales.

Los conselleiros recordaron además que la Xunta firmó convenios con 46 ayuntamientos por importe de 5 millones de euros para paliar los daños en bienes municipales y los gastos derivados de las actuaciones desarrolladas para hacer frente al fuego. La mayor parte de los ayuntamientos beneficiarios son de la provincia de Ourense, con 35. A mayores, tres son de A Coruña, otros tres son de Lugo y cinco de Pontevedra.

Entre los gastos que se prevé cubrir figuran obras de reparación, mantenimiento o reposición de las infraestructuras, equipaciones o bienes municipales afectados por los incendios, así como de adquisición de material para la reposición de los servicios afectados. Estas ayudas también cubrirán los costes de limpieza y restauración ambiental; o de alquiler, combustible y reparación de maquinaria y vehículos.

Además, se financian los gastos de traslado, alojamiento y mantenimiento de la población evacuada o del personal, tanto propio como de los efectivos del operativo de extinción, que el ayuntamiento tuviera que asumir.