La Guardia Civil vigila el cumplimiento de las restricciones en A Rúa

Guardia Civil a la entrada de A Rúa
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La hostelería cerró pasadas las 17,00 horas de la tarde y las calles se quedaron desiertas

El primer día de cierre perimetral de A Rúa, como medida contra el avance de la COVID-19, discurrió con menos trasiego de personas por las calles y, al mismo tiempo, normalidad. La Guardia Civil vigila el cumplimiento de las restricciones. Hubo patrullas durante todo el día por la localidad. Y seguirá habiéndolas para el control de las medidas.

Tal y como obligan las nuevas normas, la hostelería cerró las puertas a las 17,00 horas de la tarde dejando un retablo vacío y calles desiertas en el casco urbano.

Las limitaciones también supusieron la clausura de los parques infantiles y todo tipo de vida deportiva y cultural, como el cine en el Centro Cultural Avenida, cuyas sesiones han sido canceladas a raíz de las nuevas medidas contra la COVID-19.

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El cierre perimetral del municipio fue una de las cuestiones más comentadas entre vecinas y vecinos a pie de calle así como el cribado masivo para la detección del virus que se llevará a cabo mañana en el pabellón.

Temas de conversación vecinal en los que se dejó entrever una mezcla de temor, por si los datos arrojan un amplio número de positivos, pero también tranquilidad, por aquello de que en la detección de casos es clave en la lucha contra el virus.

Del buen avance de la situación epidemiológica dependerá que se suavicen las restricciones.