Jesús Díaz Ferrer, un legado artístico digno de museo

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El promotor de la exposición del artista en O Casino de O Barco propone crear una sala dedicada al artista más desconocido

El Casino de O Barco mantiene abierta una exposición de Jesús Díaz Ferrer (O Barco 1922-Teruel 2017), el pintor y artista barquense más desconocido pero cuyo legado es digno de un museo.

Aquí se pueden ver cuadros al óleo que abarcan varias etapas de su vida: la huella que le dejó una carnicería situada al lado de la peluquería de su padre en O Barco, plasmada en varias de sus obras; rincones de la villa como la Plaza Mayor; la vida de 1968 en París; paisajes, desnudos, autorretratos y hasta alguna manifestación en forma de escultura.

Y es que Díaz Ferrer dominó todas las facetas artísticas. Pintaba, investigaba, modelaba, tallaba y hasta tenía mano con la orfebrería y la música. Fue un prolífico creador que se dedicó en cuerpo y alma al arte.

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La obra de Jesús Díaz Ferrer cuenta con el sello de la innovación, originalidad y genialidad. Un talento movido por la necesidad de crear.

Lolo Gómez Segura descubrió la obra del pintor en 1988 gracias a un sacerdote, Don Baldomero, que tenía algún cuadro del artista. Desde entonces, siguió la trayectoria de Díaz Ferrer, artista que abandonó O Barco en su juventud para vivir en Madrid y París, entre otras ciudades. «Merece un espacio en O Barco», dice.

Una de las singularidades del autor, dice, es que cuenta con cuadros pintados por las dos caras porque vivió malas épocas en la que no disponía de lienzos. «No llegué a conocerlo en persona, pero me hubiese encantado», añade Lolo Gómez.

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Jesús Díaz Ferrer llegó a conocer a Picasso, tuvo relación con Vicente Risco,  Florentino López Cuevillas y grandes críticos de la época y galeristas.

A su viuda, Micheline Langlois, de 91 años, le gustaría que el legado de Jesús Díaz Ferrer quedase en su pueblo natal, O Barco, localidad que ha inmortalizado de forma magistral en algunos de sus cuadros como el se se muestra en la exposición sobre la vida en la Plaza Mayor barquense.

Por ello, Eugenio Martínez, promotor de la exposición, considera que la dotación de una sala permanente o museo en torno a la figura del pintor barquense más desconocido vendría a colocar el arte en el lugar que merece. «Hay una posibilidad de que la viuda de Díaz Ferrer ceda obra a O Barco. Es el momento».

Un museo que abriría la puerta al intercambio con otras salas y a una alternativa cultural en la villa para vecinos y visitantes.

El legado de Jesús Díaz Ferrer busca su espacio, su sala, su tierra.

(La exposición se puede ver en O Casino de O Barco hasta el próximo 31 de julio los jueves, viernes y sábados de 19,30 a 22,00 horas)