La Plaza de Abastos de O Barco acogió una jornada promocional de esta raza autóctona para promover su consumo alentada por la Asociación de Productores de Porco Celta con la colaboración del Inorde, el Concello y Cociña Ourense
«Mercado en rural con Porco Celta”. Así se llama la iniciativa promovida por el Inorde (instituto dependiente de la Diputación de Ourense) y la Asociación de Productores de Porco Celta (Asoporcel), con la colaboración de Cociña Ourense y el Concello de O Barco, para promover el consumo de esta raza autóctona entre los consumidores. Hoy fue presentada en la Plaza de Abastos de O Barco, donde los asistentes pudieron degustar propuestas con este producto de la mano de Samuel Moreno, del Restaurante El Campanario de Luintra.
En un rincón de la Plaza fueron cocinados los pinchos de degustación: Empanadiña de grelos con carrillera guisada de porco celta e escuma de San Simón, papada de porco celta a baixa temperatura con caviar a e salsa e “cochinillo” de porco celta frito con parmentier trufada e verzas.
Antes, tuvo lugar el acto de presentación de esta propuesta gastronómica a base de Porco Celta. Cruz Castro, en representación de la Asociación de Productores de Porco Celta, abrió el acto subrayando que ésta es la única raza autóctona de porcino que está en peligro de extinción, señalando que el citado colectivo lleva años trabajando para su conservación y que la mejor forma es promoviendo el consumo de esta raza autóctona.
Por su parte, la delegada de la Diputación en Valdeorras, María del Carmen González, destacó la apuesta de la institución provincial por el rural y «lo nuestro. Y nada más nuestro que el cerdo, que forma parte de la vida de los gallegos desde tiempos inmemoriales, poniendo en valor el Porco Celta, una raza que no busca rentabilidad, sino calidad”. Además, felicitó a los promotores de esta iniciativa.
Raquel Méndez, ganadera de Rubiá, vicepresidenta de la Asociación de Productores de Porco Celta y criadora de esta raza, destacó el trabajo realizado por el colectivo para aumentar las ganaderías y su consumo. «Empecé casi de broma hace ya casi 20 años y ahí sigo. Todo el mundo está encantado porque el Porco Celta desbroza la tierra más que las cabras. Y además, esta raza destaca por su calidad espectacular».
Martín Touceda, representante de una pequeña explotación familiar de Porco Celta de Cenlle, retrató las singularidades de esta raza, dejando claro la apuesta por las tierras abandonadas, por fijar población y por el rural. «Apostamos por el Porco Celta porque es un animal muy rústico, que trabaja muy bien la tierra, que protege de los incendios y sobre todo porque es diferente, tanto a la hora de trabajar en el campo como de tenerlo en el plato». En este sentido, puntualizó que «tiene una carne muy roja, con unos valores nutricionales muy buenos, criados en libertad, con una alimentación libre de hormonación y antibióticos, y con una carne muy sana».
Añadió que el sabor de esta carne es completamente distinta del cerdo blanco. «Es una carne oscura, como si fuese ternera, con un sabor muy intenso, pero con una suavidad aportada por su grasa».
José Hervella, de Manzaneda, recordó que tiene un puesto en la Plaza de Abastos de O Barco, señalando que realizan todo tipo de embutidos, que «cuesta introducir todavía en el mercado, pero la diferencia del Porco Celta se nota y mucho».
El teniente de alcalde, Aurentino Alonso ensalzó las cualidades del Porco Celta y dijo que en el caso de Raquel Méndez se omitió que cuenta en su haber con premios en el ámbito de la cría de esta raza autóctona animando además a disfrutar de la jornada de degustación en la Plaza de Abastos, un mercado que, reseñó, debe estar vivo.
Finalmente, Samuel Moreno señaló que siendo extremeño, le cautivó la raza de Porco Celta, que «nada tiene que envidiar al Ibérico» y habló de las propuestas gastronómicas que se degustaron y sus altas posibilidades en la gastronomía.
La degustación fue amenizada por la voz de Nerea, de la asocación AMAVA.
