El historiador Javier Lago Mestre hablará sobre El Bierzo y Valdeorras en O Barco

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La conferencia será el 2 de octubre en el Casino, organizada por el Instituto de Estudios Valdeorreses

El Bicentenario de la provincia de Villafranca es un motivo para reforzar las relaciones territoriales entre Valdeorras y El Bierzo. De ahí la próxima conferencia audiovisual que está programada por el Instituto de Estudios Valdeorreses (IEV) para el sábado 2 de octubre en O Barco, a cargo del historiador berciano Javier Lago Mestre.

La conferencia comenzará a las 20,00 horas con el estudio de la presencia de los diversos señoríos medievales en Valdeorras (monasterios, obispado de Astorga, señores laicos, etc) que crearon fuertes relaciones de dependencia (privilegios, vasallos, tierras, etc). No faltará la referencia a la conflictividad social en una sociedad medieval tan desigual, caso de la revuelta irmandiña.

En la organización territorial se analizará el condado de El Bierzo y sus tenencias internas. Posteriormente la política de los Trastámaras favoreció el desarrollo de grandes señoríos (A Cabreira e Ribeira, Lemos, Pimentel, Astorga, etc). La debilidad real favoreció la expansión señorial.

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 El historiador hablará de la Edad moderna el reforzamiento del poder real (RRCC, Carlos V, etc) con un mayor control de los poderes señoriales (derrota del conde de Lemos, creación del marquesado de Vilafranca, alta nobleza en Cortes y exterior, etc), reorganización territorial (provincias fiscales), reforma monástica, etc.

Tambien abordará la expansión del marquesado de Villafranca por El Bierzo (Ponferrada, Congosto, etc) y Valdeorras (con la colexiata de Vilafranca) que favoreció la presión señorial y también la conflictividad social. «La administración señorial atrajo a la hidalguía foránea, caso de Andrés de Prada y Gómez de Santalla, nacido en valdeorras, que luego desempeñó cargos en la Corte, como secretario de Guerra con Felipe II y III», expone Lago Mestre.

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El historiador relata que el fin del llamado Antiguo régimen fue provocado por la Invasión napoleónica y la posterior Guerra de la Independencia (participación de las alarmas de Valdeorras y Tiradores de El Bierzo). Las ideas liberales fueron propagadas también por algunos eclesiásticos (Trinitarios de Correxais, José Antonio Ruiz de Padrón, colexiata de Vilafranca, etc).

LA PROVINCIA DE VILAFRANCA

 Lago Mestre cuenta que la reforma territorial del régimen liberal trataba de ordenar el territorio según sus intereses políticos. Fruto de ella fue la creación de la provincia de Villafranca que tuvo una escasa duración (1821-1823) y que se vio condicionada por la guerra entre absolutistas y liberales. El ayuntamiento de O Barco elaboró un informe contra la creación de la provincia berciana (1821).

 Añade que la victoria militar del rey Fernando VII supuso la derrota del régimen liberal (caso de sus provincias). La nueva reforma provincial de 1833, con Isabel II, desechó las provincias pequeñas, casos de Vilafranca, Calatayud y Xátiva. Posteriormente hubo nuevos intentos de reforma provincial que daban protagonismo territorial a El Bierzo. Sin embargo, los nuevos proyectos regionalistas (estatales o periféricos) ignoraron la reforma provincial en la segunda mitad del siglo XIX.

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Relata que las políticas liberales procuraron la privatización de montes comunales, la pérdida de poder de los concejos rurales frente a ayuntamientos, centralización de capitales, democracia liberal (censitaria, caciquismo, cuneirismo, etc), nuevas comunicaciones (carreteras, ferrocarril, telégrafo, correos…), etc.

 El poder eclesial queda devaluado ante la presión de las políticas liberales (contra manos muertas, supresión de diezmos y primicias, eliminación de diócesis pequeñas, registros civiles, etc. La Iglesia intenta controlar la moral pública con normas contra entroidos, fiadeiros, xigantóns, matrimonios concertados, romarías, etc.

LA EDAD CONTEMPORÁNEA

En la Edad contemporánea, prosigue Javier Lago Mestre, el desarrollo del capitalismo transforma los territorios según sus intereses (ferrocarril, carreteras, embalses, deforestación, contaminación industrial, mina de carbón y wolframio, etc).

Explica que los medios de comunicación favorecen el acercamiento entre Valdeorras y El Bierzo. Varios libros históricos analizan las relaciones intercomarcales (José Losada, Historia de El Bierzo y Valdeorras, 1983, Ramón López Caneda, Expósitos e ilegítimos en Valdeorras y El Bierzo, 2003, Isidro García Tato con artículos sobre monasterio de Carracedo y Colexiata de Vilafranca entre otros. Y valora que la falta de apoyo a la lengua gallega en El Bierzo ha supuesto la separación cultural de Valdeorras.

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 Javier Lago Mestre detalla que la territorialización periférica ha sido difícil de articular. El Estado de las autonomías ha provocado graves distorsiones en las comarcas periféricas, favoreciendo su nuevo aislamiento. El Bierzo ha conseguido autonomía política con su Comarca. Valdeorras ha fracasado con su fundación comarcal y su mancomunidade de concellos (2018). La Ley de bases del régimen local (1985) permite la creación de comarcas entre distintas provincias (art. 42.2).

Invita a debatir sobre una nueva región periférica, llamada Sileste, para compartir servicios públicos y comunicaciones, conseguir más presión política foránea, aprovecharse de centros urbanos jerarquizados, etc.