El gran apagón histórico: El «cero» eléctrico en Valdeorras

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La vuelta a la «normalidad» ha sido desigual en cada localidad

El 28 de abril de 2025 será recordado por todos los españoles como el día del gran apagón. A las 12:33 horas, una caída repentina de 15 gigavatios durante cinco segundos provocó un “cero” eléctrico, ya que se perdió el 60 % de la demanda eléctrica de España en ese momento. En redes sociales, para ejemplificar la magnitud del suceso, algunos explicaban que era como si, de repente, el río Duero se secara por completo sin explicación alguna.

En los primeros momentos del apagón, muchos ciudadanos pensaron que el fallo eléctrico afectaba únicamente a su negocio, edificio, calle o localidad. Algunas personas quedaron atrapadas en ascensores, como ocurrió en un edificio de la Avenida del Bierzo, en O Barco, donde un vecino fue rescatado 55 minutos después por los propios residentes.

Todo dejó de funcionar. La Policía Local de O Barco reguló durante horas el tráfico en O Barco, ante la ausencia de semáforos.

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Poco a poco, a través de las redes sociales, y a cuentagotas, la gente fue tomando conciencia de que el apagón era grave, muy grave y extenso, también, lamentablemente, con bulos. Las caras de circunstancias se multiplicaban ante una situación completamente inédita. Algunos no ocultaban su miedo por lo que pudiera suceder. «Esto es peor que el confinamiento durante la pandemia», coincidían en comentar vecinas y vecinos.

A las 14:10 horas, la red telefónica se cayó por completo. Nadie sabía nada, salvo los afortunados que, en estos tiempos digitales, aún conservan transistores de radio a pilas. El «boca a boca» volvió a ser el principal canal de información hasta que, a las 17:30, en O Barco “se hizo la luz” y los vecinos comenzaron a recuperar la comunicación, aunque la capital valdeorresa se convirtió en una especie de «isla», al igual que en Rubiá, ya que en otras localidades como A Rúa, Vilamartín, Petín y otras muchas seguían sin tener electricidad ni telecomunicaciones.

El apagón supuso el cierre de prácticamente todos los establecimientos comerciales: farmacias, supermercados, tiendas de ropa… Muchos de ellos ya no volvieron a abrir por la tarde, a pesar de haberse restablecido el suministro. Los comercios que permanecieron abiertos —principalmente establecimientos hosteleros— recibieron clientela para comer a mediodía, aunque en la mayoría de los casos solo se aceptaban pagos en efectivo, al no estar operativo el TPV.

Durante la tarde del lunes, desde este medio intentamos contactar con personas de diferentes puntos de España para conocer cómo se estaba viviendo la situación, pero fue completamente imposible hasta las seis de la mañana del martes.

En Madrid, algunos barquenses caminaron durante horas para intentar regresar a sus casas ante la suspensión del servicio de Metro y la saturación de autobuses y taxis.

Sin servicio de tren

Actualmente, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) y RENFE mantienen suspendido el servicio de trenes en toda Galicia debido a la falta de suministro eléctrico a partir de Puebla de Sanabria (Zamora). Se espera que en las próximas horas el servicio se recupere y se refuerce para permitir que los viajeros retomen sus desplazamientos.

A la hora de redactar este artículo, la situación en la comarca es de normalidad. La luz regresó definitivamente a las 6:30 de la mañana en zonas de A Rúa, aunque en O Barco el suministro volvió a las 17:28 del lunes, con un nuevo corte de 15 minutos a las 19:30.

Por el contrario, en algunas zonas todavía siguen a oscuras como, por ejemplo, San Xoán de Río.

En cuanto a las telecomunicaciones, muchos vecinos quedaron incomunicados, sin teléfono ni internet, en el mismo instante en que se fue la luz.

Los hospitales pudieron funcionar gracias a los generadores. Sin embargo, no se pudo trabajar en la mayoría de las empresas, como las canteras de pizarra.

En cuanto a la seguridad, se desplegó un dispositivo de vigilancia de la Guardia Civil para que se evitar que se cometiesen delitos aprovechando el apagón.

En Galicia, que anoche elevó el nivel de alerta al 3, hoy lunes se ha recuperado el 97 % del suministro. Los trenes en la comunidad siguen suspendidos hasta nuevo aviso y los colegios abrirán sus puertas aunque las clases siguen suspendidas. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, llamó a la calma durante las últimas horas precisando los protocolos de emergencias desarrollados y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, informó de la situación, cuyas causas se desconocen, alabando además el civismo de los ciudadanos.

Un apagón insólito.