Es una alternativa menos frecuente pero sí una opción cada vez más elegida para conectar con la autenticidad del Camino
Recorrer el Camino en burro es una alternativa menos frecuente, pero sí una opción elegida por una pequeña parte de los peregrinos. En las últimas horas, una familia de Francia realiza el Camino de Invierno, ha cruzado Sobradelo (Carballeda) generando la curiosidad entre los viandantes: Un hombre, una mujer y dos pequeñas montados sobre dos burros. No son los primeros que van acompañados de este animal, pero sí han llamado la atención a su paso por Valdeorras.
Peregrinar en burro es una alternativa más, sinónimo de que vivir el Camino es una experiencia tan personal como única que cada cual vive a su antojo.
Cada vez son más los que emprenden la aventura del Camino acompañados de burros, animales que marcan ritmos más pausados. Ahí está el peregrino que caminaba con su particular arca de Noé (con tres burros, siete cabras y un perro); el que llegó a Galicia apodado como “el peregrino más famoso del mundo” y algunos otros que dejaron su estela a su paso por Valdeorras.
Y si hay un Camino ideal para peregrinar en burro, ese es el de Invierno, por ser más solitario (ideal para que los animales no se asusten), más agreste y natural.
Tiempo, libertad, mochilas y un burro (o más), otra forma de peregrinar y vivir el Camino.













