El BNG rechaza la Lei de Saúde: «Una neumonía no se cura con multas»

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Estima que creará un estado de alarma permanente y que trata la pandemia como un problema de orden público

La modificación de Lei de Saúde gallega será aprobada en el Parlamento la próxima semana. La parlamentaria del BNG María González Albert y el portavoz nacionalista en el Concello de O Barco, Jesús Vilasánchez, valoraron esta mañana dicha norma, que estiman supondrá una restricción de los derechos fundamentales de los gallegos y creará un estado de alarma permanente.

María G. Albert afirmó que es un proyecto de ley “tramitado sin diálogo, por la vía de urgencia y con muchísimo oscurantismo y opacidad». Considera que va cambiar para peor la legislación sanitaria gallega y que no persigue mejorar la salud ni el sistema sanitario público en Galicia sino «vigilar y punir a la población”.

Añadió que «el PP trata de sospechosos a todos los gallegos y gallegas cuando éstos ya tienen demostrado una responsabilidad grande en una situación durísima. La legislación actual ya contempla medidas para los que incumplen».

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María Albert explicó que la Xunta afronta la pandemia como si fuese un problema de orden público y no de salud. “Pretende hacer frente a una crisis sanitaria con medidas de carácter puramente restrictivas y punitivas. Una neumonía no se cura con multas sino con asistencia sanitaria y un sistema sanitario digno”, apuntó.

Dijo que el BNG focaliza las enmiendas a este proyecto de Ley en que se dote a la sanidad gallega de medios y recursos, se refuerce el sistema sanitario y se reviertan los recortes que se han realizado en los últimos años.

Albert destaca que el sistema sanitario gallego “tiene que estar dotado con profesionales suficientes con medios idóneos, finalizando con la precariedad laboral a la que está sometido y que se agudizó en este contexto de pandemia”.

Recordó que los sanitarios están exhaustos debido a la situación epidemiológica y abogó por un sistema de rastreo amplio, público y eficiente.

La parlamentaria del BNG considera que se debe apostar por un sistema de investigación sanitaria fuerte, con unas condiciones laborales dignas, que sea capaz de dar respuesta no solo a esta pandemia, sino a todos los problemas de salud de la población más allá de la COVID-19.

«La gente sigue teniendo cáncer, problemas del corazón y enfermedades de todo tipo. Se retrasan diagnósticos y tratamientos por falta de recursos», expresó Albert.

En este sentido, detalló que «ahora estamos muy inmersos en el coronavirus, pero cuando analicemos esto con la distancia que nos dé el tiempo vamos a ver la catástrofe que supuso la pandemia en un sistema sanitario en el que la gente continúa enfermando”, dijo María Albert.

Por su parte, el portavoz nacionalista Jesús Vilasánchez, habló del desmantelamiento del Hospital Público de Valdeorras. «La dirección no tiene ni capacidad de decisión ni de actuación. No tenemos autonomía, no tenemos profesionales ni servicios», argumentó.

Dijo que es cierto que la pandemia influye en los servicios pero que no hay especialidades. «No hay dermatología, hay problemas con rayos y los pacientes son derivados a Ourense a hacer ecografías. Con rehabilitación pasa lo mismo. Están cerradas las consultas de urología y reumatología».

Y añadió que «antes teníamos cardiólogos, medicina del trabajo. Teníamos muchos servicios que fueron desapareciendo a lo largo de los años. Ahora incluso afecta la medicina interna. Estamos supeditados a Ourense sin autonomía ninguna, perdemos servicios y profesionales y estamos pagando una merma impresionante en la calidad sanitaria”, concluye.

Rechazó el argumento del déficit de profesionales o que estos no quieran desplazarse a Valdeorras «cuando se masacró el sistema contractual y hasta hay contratos en precario».