En los hospitales y centros de Atención Primaria de la provincia de Ourense trabajan 522 profesionales, 53 en Valdeorras, que en esta jornada se les da visibilidad
Hoy es el Día Mundial del Celador/a. En los tres hospitales públicos y en los centros de Atención Primaria del área Sanitaria de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras trabajan en la actualidad 522 celadores y celadoras, profesionales que realizan un gran amplitud de funciones, que abarcan todos los procesos asistenciales, muchas veces desconocidas y a las que esta jornada quiere dar visibilidad. Una de estas áreas de desconocimiento constituye una realidad ya consolidada: la mayoría de los celadores son mujeres.
En Ourense, después de años de progresión de la presencia femenina, hoy son ya el 60%. Por centros, 425 ejercen en el Hospital Universitario de Ourense, distribuidos en todas las áreas y espacios: en los edificios Cristal, Nai, Materno, de Hospitalización, Quirúrgico, Piñor y el Centro de Especialidades.
53 trabajan en el Hospital Público de Valdeorras; 32 en el Hospital Público de Verín y 22 en Atención Primaria, la mayoría en los Puntos de Atención Continuada.
En el día a día, celadores y celadoras son indispensables en la movilización y traslado de pacientes, su labor más conocida. No obstante, su colaboración se extiende a la atención directa a los usuarios y familiares en los servicios de información o acompañamiento; en los quirófanos, donde participan en la preparación de pacientes, transporte de la sala de intervención o gestión de material específico; en las plantas de hospitalización, ayudando la movilización, en el aseo o en el confort del enfermo.
También son indispensables en los servicios centrales, mediante el transporte de pruebas y muestras. La parte logística y administrativa de su trabajo incluye desde la gestión y formación del personal de este colectivo; la gestión de residuos de almacenes y la coordinación entre servicios, además de su participación en protocolos de seguridad y de la colaboración en medidas de prevención de riesgos laborales o de incendios.
Históricamente, la figura del celador/a evolucionó desde un trabajo principalmente manual y de transporte a una creciente responsabilidad de gestión de personal y materiales. Así en las últimas décadas, se produjo una profesionalización clara, una evolución que refleja una transformación global del sistema sanitario y, en concreto, de las tareas que se le encomiendan al colectivo de celadores.





















