Autoescuela Triunfo de A Rúa: 34 años formando a conductores

Remedios Oviedo Martínez y Casimiro Mondelo Rodríguez, de Autoescuela Triunfo
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El centro apuesta por la actualización permanente y uno de sus proyectos pasa incorporar formación de pilotaje de drones

Autoescuela Triunfo de A Rúa, ubicada en calle Circunvalación, 22, es un establecimiento «clásico» de A Rúa. Lleva funcionando más de 34 años. Fue en 1986 cuando Casimiro Mondelo Rodríguez compró el establecimiento —que ya existía desde 1981—. Tomó las riendas con dos socios hasta que, con el paso del tiempo, las asumió en solitario convirtiéndola en una empresa familiar integrada también por su mujer, Remedios Oviedo Martínez, y su hijo Alexandre Mondelo Oviedo.

Casimiro Mondelo Rodríguez echa la vista atrás y observa la evolución de la autoescuela, que se ha ido adaptando y actualizando continuamente al cambio incesante de las normativas para convertirse en un auténtico centro de formación.

Experiencia y buen hacer marcan la trayectoria de la Autoescuela Triunfo de A Rúa. En la década de los 90 fue homologada como centro de formación para impartir cursos, momento de la constitución de la empresa familiar ARCAX S.L. Después, montó su propia nave y su circuito de prácticas.

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En Autoescuela Triunfo, además de formación para la obtención del carné de conducir de coche y motocicleta (en todas sus modalidades), también se imparten cursos especializados como el C.A.P. (Certificado de Aptitud Profesional) para profesionales del transporte en el apartado de básico, cisternas, explosivos y radiactivos. Es la única de Valdeorras con las cuatro especialidades. A ello hay que sumar una larga lista de enseñanzas y cursos que se puede consultar en su web, por ejemplo de carretillas elevadoras.

Comprometida con la calidad y la seguridad vial, ha ido aplicando un sistema de gestión en la formación acreditada por diversas normas ISO.

Casimiro Mondelo Rodríguez es natural de Bendollo (Quiroga) si bien vive en A Rúa desde 1979. Se define como una persona activa. Destinó seis años de su vida al mundo del transporte, hasta que en embarcó en el autoescuela. Siempre le gustó el mundo del motor. Relata cómo ha ido cambiando la autoescuela, que ha formado a distintas generaciones en la obtención de permisos de conducir.

¿Cómo ha ido evolucionando la Autoescuela Triunfo?

Se ha ido actualizando continuamente, al paso de los nuevos tiempos y de las nuevas normativas. Hace 30 años el carné de conducir se sacaba a partir de los 20 años en adelante. Entonces, había mucho movimiento pues el alumnado eran jóvenes y personas mayores. Hoy ya no quedan mayores como alumnos, es una rareza. Ahora, el carné se saca a los 18. En aquélla época había muchísimo trabajo. De hecho, en toda la comarca, Viana y Trives había varias. Hoy, ya quedan menos pues la población va a menos. Cambió todo muchísimo.

No obstante, la autoescuela Triunfo ha ido creciendo

Hubo que ir creciendo por necesidades del «guión», es decir, si querías continuar había que actualizarse. Pasamos de dos turismos y una moto, a cuatro turismos, 7 motos (para A1, A2, ciclomotor y A) un camión rígido y otro articulado. En la empresa familiar somos tres y contamos desde 2006 con Emilia González, que ya es de casa.

Triunfo forma a personas de toda la comarca y de otras vecinas

Sí. Además de A Rúa, A Veiga, O Bolo, Larouco, Trives e incluso Quiroga (Monforte).

¿Hace falta paciencia para desarrollar el trabajo de autoescuela?

Más que paciencia, es necesario que te guste verdaderamente tu trabajo. Lo que más me gusta a mí es el trato con la gente joven. Y me encanta que la gente se quede feliz y satisfecha con la formación. Aquí tenemos una relación de confianza con los clientes. Llevamos tres décadas y han pasado varias generaciones. Ya nos conocen.

¿Lo menos gratificante es?

Es que cada 15 días es que nuestro trabajo es juzgado en el examen de cada uno de los alumnos. El aprobado o suspenso también nos pone a prueba nosotros como profesores.

Enseñar a manejar un vehículo ¿exige altas dosis de responsabilidad?

Sí. Porque nosotros somos responsables de lo que hagan los alumnos en el momento del aprendizaje. Esto exige mucha atención pues las capacidades de cada alumno son diferentes.

¿Hoy se conduce mejor o peor que hace 30 años?

Ahora se conduce mejor. Hoy hay un nivel muy alto en el cumplimiento de las normas. Antes no había las normativas de la actualidad.

¿La Administración pone trabas a la actividad de las autoescuelas?

Hay limitaciones que antiguamente no había. Ahora hay límites. Por ejemplo, hay que llevar un determinado número de alumnos a los exámenes, concretamente 8. Los tiempos fueron cambiando. Es un sector complicado, con menos rentabilidad que en el pasado.

¿Hay escasez de profesionales de autoescuela?

Sí. Es difícil encontrar profesores del ámbito de la educación vial en Valdeorras. No hay. Pienso que es porque la obtención del título lleva tiempo, al menos dos años, y para una parte de la formación hay que desplazarse fuera de la comarca.

¿Cómo ha afectado los tiempos de COVID-19?

Cuando se desató el estado de alarma fue muy duro. No se podía trabajar. No obstante, aquí se cumplen de forma muy estricta todos los protocolos de desinfección y seguridad sanitaria. Tenemos máquina de ozono y de partículas, además de aplicar la reducción de aforo en el aula de formación y mucha desinfección y limpieza. Pertenecemos a la Confederación Nacional de Autoescuelas y estamos adheridos del protocolo del COVID.

¿Cómo ve el futuro?

El futuro es mi hijo, que continuará con el autoescuela. El es director, técnico, profesor, monitor e, incluso, tiene formación en el campo de los bomberos para cursos específicos. Se ha preparado a fondo y dispone de toda la formación especializada en todos y cada uno de los servicios que brinda la autoescuela. Un proyecto que tenemos en mente es la formación en torno a los drones.

Por su parte, Alexandre Mondelo Oviedo vive el día a día de la autoescuela con mucho trabajo y entusiasmo. «No sólo estamos dedicados a un tema, sino a todas las posibilidades que brinda la formación a los conductores en muchas materias», dice.

Cuenta que lo que más demanda tiene ahora mismo son «la moto y los certificados de profesionalidad, nuevo título para poder conducir transporte especial. Esta autoescuela es uno de los pocos centros en los que se imparte y uno de los primeros que lo iniciamos a nivel nacional, ya llevamos seis años», dice.

Explica que «vuelve a haber fiebre por sacar el carné de moto en todas sus modalidades». Y, al igual que a su padre, lo que más le gusta de su profesión es el contacto con la gente.

Alexandre lleva ejerciendo la profesión 14 años, tiempo en el que «fuimos ampliando la actividad». Se siente orgulloso del rumbo que ha tomado la Autoescuela Triunfo. Y cita que da gusto ver como lo que en su día sólo era un campo de tierra hoy es el campo de entrenamiento para prácticas. «Siempre nos vamos actualizando, estamos al día», concluye.

Autoescuela Triunfo es todo un referente en Valdeorras.