El alcalde de O Barco plantea las claves en el descenso de la curva en O Barco y cuenta que «la Policía Local también hizo vigilancia expresa de las cuarentenas»
El alcalde de O Barco, Alfredo García, felicita a la población de O Barco por «tomarse en serio la COVID-19». Esta implicación, estima, fue una de las claves para el descenso en la curva de transmisión del virus que, semanas atrás, llegó a alcanzar los 84 casos, ahora reducidos a una veintena.
O Barco pasó de estar en «alerta roja», a nivel verde. «Hoy estamos por debajo de municipios mucho más pequeños. El cien por cien de la población entendió las medidas para frenar la transmisión», añade.
Alfredo García dice «todos nos empleamos, también la Policía Local, que hizo una vigilancia expresa en determinados domicilios para que se cumplieran las cuarentenas».
En este sentido, señala que aún cuando la mayoría entendió que un positivo no puede salir de casa, «nos consta que alguno siguió saliendo», de ahí la citada labor policial, durante la que se informó pero no hubo sanciones. «Es es muy difícil de controlar porque no sabemos quiénes están enfermos», matiza.
El alcalde de O Barco valora que «pasamos un verano estupendo, sin contagios y, de repente, se desbocó». La transmisión se inició en reuniones familiares con miembros de otras localidades y los contactos sociales agravaron la situación.
Alfredo García recuerda la importancia de mantener la distancia de seguridad y emplear en todo momento la mascarilla. «No me vale el argumento de los que dicen que tienen ganas de divertirse porque no creo que tengan ganas de llegar a la UCI o que lo haga alguien de sus familias».
No se atreve a pronosticar cómo serán las Navidades, pero confía en que si se llega a una buena situación epidemiológica se abra una puerta a algún tipo de celebración que en ningún caso será como la del año pasado. Eso sí, invita a no relajarse en la prevención de la COVID y seguir estando alerta para no dar la más mínima posibilidad a este virus letal.
