El alcalde de O Barco entiende la reivindicación de la hostelería aún cuando recuerda que las normas no las dicta el Concello
El alcalde de O Barco, Alfredo García, habló con hosteleros en la villa para interesarse por el sector al finalizar la concentración que protagonizó el gremio. Explicó que se manifiestan en contra de una normativa que no dicta el Ayuntamiento y dijo comprender la posición de la hostelería. «Los entiendo perfectamente porque los dueños de bares y restaurantes lo que quieren es trabajar».
Alfredo García puso por delante que el coronavirus no es un problema de los bares, sino de cada ciudadano. «No podemos echar todo el muerto a la hostelería, tienen derecho a trabajar y a vivir», puntualizó.
Recordó que cuando «todos nos las prometíamos felices», debido a la mejoría de la situación epidemiológica y las vacunas, se produjo la falsa creencia de «que no íbamos a volver a pasar por esto». La realidad es que hubo «una explosión de contagios y es un tema preocupante», subrayó en alusión al número de positivos que mantiene en nivel alto de restricciones el municipio barquense.
El alcalde de O Barco advirtió que la población debe ser consciente de que mientras no haya inmunidad, los brotes pueden repetirse en el tiempo. No obstante, sí sugirió que habría que ver cómo se pueden flexibilizar las restricciones, dentro del margen posible, en el sector hostelero. «El cierre de locales no siempre, ante cualquier subida de contagios, debería ser la primera medida a tomar pues eso supone un hándicap tremendo», matizó.
El regidor dejó claro que el Concello de O Barco ha hecho todo lo posible para darle facilidades al sector, «pero no podemos ir en contra de normas que exceden de nuestras competencias».
En cuanto a las restricciones, el alcalde de O Barco indica que «siempre he sido muy prudente. No he criticado ninguna medida que ha tomado ninguna administración, ni la autonómica ni el Gobierno central. Al contrario, las he apoyado, entre otras cosas porque yo no sé cuál es la solución».
Personalmente, Alfredo García mantiene su postura: «Está claro que mientras menos nos relacionemos, menos nos contagiamos. Esto no es un problema de los bares, sino de los ciudadanos individuales. Si todos cumpliésemos de forma estricta, habría muchísimos menos contagios. Hay gente que hace vida más o menos normal y no se ha contagiado, porque no se quita la mascarilla y cumple», apostilló.
Puso como ejemplo de la responsabilidad individual que «si no se puede fumar en una terraza, no se puede. Y eso es culpa del que está fumando, no del dueño del bar. El hostelero tiene que llamarle la atención y a veces se ve impotente ante la tozudez del cliente. Son situaciones desagradables para el dueño del bar».
Tenemos que ser conscientes de que tenemos un problema y que vamos a convivir con él durante todo el año 2021, hasta que no estemos vacunados el cien por cien de la población, que será cuando volveremos a la normalidad.
En cuanto a la situación epidemiológica, insistió en que «no estamos en números cerrados. El problema fue la explosión. Ahora parece que se ha estabilizado». Según la evolución de los últimos 7 días, la incidencia podría reducirse, estimó. Si la miramos a 14 días, es mayor. Si es que para ahí y no se desmanda».
Finalmente, invitó a mantener la responsabilidad. «Todos tenemos ganas de que regrese la normalidad. Pero hay riesgo. Tenemos que cumplir, sin más», concluyó.