Un grupo de mujeres de A Rúa vella decidió realizar dos en el interior de la iglesia de San Esteban con motivo del Corpus
El Corpus tuvo su manifestación en forma de alfombras florales en A Rúa, en la iglesia de San Esteban. La pandemia impidió, al igual que el año pasado, recrear esta artesanía en estado puro por las calles, de modo que se realizaron dos de forma simbólica en el interior del templo.
La misma ilusión en la elaboración, pero con un toque de tristeza por no poder realizar un manto floral sobre las calles que captaba la atención de vecinos y visitantes.
El objetivo: no perder una tradición incrustada en el sentir popular de esta localidad.
Este año no fue desmenuzada a mano la tuya, sustituida por sal de colores, pero sí los pétalos de las flores. No obstante, se respetó el proceso tradicional con la confección de los dibujos y relleno a base de maíz, garbanzos, lentejas, previamente coloreados en plata, oro y diversos tonos multicolores.
La implicación de las personas participantes volvió a revelarse fundamental. Sin ellas, no sería posible conservar esta tradición artesanal que, próximamente, soprenderá con la elaboración de una gran alfombra en A Rúa con motivo del Xacobeo.
El laborioso proceso, que exigía una noche sin dormir, quedó reducido a unas horas.
Arrodilladas, con las manos completamente teñidas de colores, confeccionaron con paciencia y arte dos vistosas alfombras cuya artesanía no tiene precio.
Dos alfombras florales a pequeña escala si se comparan con los tiempos anteriores a la pandemia pero igualmente grandes en su espíritu.
Un año más, Fina Álvarez diseñó y realizó los dibujos. El sacristán, Manuel Martínez, se ocupó también de una parte del proceso.
«Hay que perfirlar y rellenar los dibujos. Lleva su tiempo pero ni mucho menos el mismo que cuando se engalanaban las calles, hasta antes de la pandemia», expresó Fina Álvarez.
Todas coincidieron en que «no se podía dejar pasar esta fecha tan especial», aún cuando tenga que estar limitada por los nuevos tiempos.
La ilusión fue la tónica dominante en la elaboración de las alfombras que, hoy lucieron con su máximo esplendor en el templo.
A Rúa no pasó por alto el Corpus.