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El evento dinamizó y llenó de ambiente la localidad durante el fin de semana
La Feria de 1812 llenó de vida las calles del corazón de Petín, un escaparate de la artesanía en la que también tuvo presencia el vino. Los bueyes de Mario Nogueira volvieron a ser uno de sus atractivos e inmortalizados en fotografías. Este año, además de una tradicional rueda de afilar, fueron acompañados de la pequeña ternera Carolina, que causó sensación.
La feria fue organizada por la Asociación cultural Fonte Grande con la colaboración del Concello de Petín.
