El nuevo conjunto, abre nuevas perspectivas sobre el patrimonio prehistórico de Galicia; está compuesto por, al menos, tres formas de soles y una posible forma humana y fue descubierto durante los trabajos de Sputnik Labrego
Una nueva estación de pintura rupestre prehistórica fue encontrada en la localidad ourensana de Casaio (Carballeda de Valdeorras). Este descubrimiento tuvo lugar durante algunos de los trabajos que la Asociación Científica Sputnik Labrego está desarrollando en la zona junto con un equipo del Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT, CSIC).
Un vecino de la zona, Francisco Fernández, avisó a los investigadores de la posibilidad de que hubiera pinturas en una zona de Casaio llamada Colobredos. Después de una comprobación en el sitio para confirmar la veracidad de las pinturas, el equipo contactó con la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural para dar a conocer el descubrimiento.
“Esta nueva estación de pinturas es un importante hallazgo por muchas razones. La primera es que pensábamos que todas las pinturas se concentraban en un único punto, el de Pala de Cabras, descubierta en 2019. Ahora sabemos que no es así y que tiene que haber más pinturas todavía por descubrir, dice Carlos Tejerizo, director del proyecto.
El nuevo conjunto de pinturas está compuesto por, al menos, tres formas de soles y una posible forma humana. “Estos motivos añaden mucha información a lo ya conocido en Pala de Cabras, ya que no habíamos encontrado formas humanas, muy comunes en las estaciones de pintura rupestre de este período”, continúa Tejerizo, “además, la tipología de los suelos, muy distintos a los de Pala de Cabras, podría indicar una cronología distinta, quizás de la Edad de Bronce”.
Aprovechando la presencia de un equipo del Instituto de Ciencias del Patrimonio, dirigido por Lucía Pereira Pardo, experta en documentación y análisis de patrimonio, se harán los primeros estudios de estas nuevas pinturas para comprobar su composición química y poder compararlas con las conocidas en Pala de Cabras.
Este importante descubrimiento abre nuevas perspectivas sobre el patrimonio prehistórico de Galicia, complementando la información sobre el arte rupestre y su difusión durante la prehistoria. “Ahora toca seguir trabajando y, para eso, necesitamos de apoyo y financiación. Pensamos que este es un patrimonio único que tenemos el deber de proteger”, remata Tejerizo.