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| El mar en Formentera es como un cristal |
Formentera es uno de los paraísos más bellos del Mediterráneo, un mar de aguas cristalinas infinitas, de un azul turquesa inolvidable y arena blanca tan fina como el polvo. Esta isla de las Baleares, a la que sólo se puede acceder en barco desde Ibiza, cuenta con 20 kilómetros de playas y un ecosistema acuático de gran riqueza.
Es la isla de la calma, de la tranquilidad, y no en vano los que la visitan están «obligados» a guardar silencio o hablar en un tono bajo en sus playas. Se trata de un lugar idílico, sin hamacas ni chiringuitos, si bien, en la actualidad, registra cierta masificación, principalmente de turistas italianos, debido a su belleza. Además, hay quien se cuela por las playas para tratar de vender pulseras, bikinis u otros productos, algo inconcebible para un paraíso que, aún con ello, sigue brillando con una transparencia que permanece imborrable en la retina del que la visita.
Formentera es diferente, un bálsamo para el espíritu. Tiene magia. No en vano, algunos lugareños la llaman la isla de la eterna juventud. Si tuviese que quedarme con un isla, escogería siempre Formentera.
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| Los bañistas en Formentera deben hablar bajo |
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| Yates en Formentera. |
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| Bañistas sobre la limpia arena en una playa de Formentera |