Esta iniciativa se desarrolla dentro del Mapa de Cohesión del Eixo Atlántico enfocado a la mejora de la calidad de vida de la población
El Concello de O Barco emprende un proyecto piloto, dentro del Mapa de Cohesión del Eixo Atlántico, que coordinan expertos de la Universidad de Deusto, para abordar los principales problemas del municipio y posibles soluciones, todo ello encaminado a la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía, a la que invitará a participar para definir cuáles son las necesidades prioritarias en esta tierra.
El alcalde, Alfredo García, señaló que la realidad del municipio será definida mediante un trabajo, que se abordará en cuatro reuniones, la primera celebrada el miércoles 12 de febrero, que se desarrolló con políticos y técnicos municipales. La segunda será en un mes con representantes de las distintas asociaciones de O Barco; habrá otra con los ciudadanos de a pie y, finalmente, una conjunta de todos los integrantes de las distintas asambleas para extraer conclusiones, elaborar un programa de trabajo y ponerlo en práctica desde el Concello.
«Se trata de dar a conocer este trabajo en la que se invitará a la ciudadanía a participar para determinar dos o tres problemas fundamentales en el conjunto de la sociedad y a partir de ahí diseñar un plan de acción entre todos», puntualizó el alcalde.
Roberto San Salvador del Valle, catedrático de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto, explicó que el objetivo es hacer frente a una realidad que se detectó en el mapa de cohesión territorial social, que se elaboró con el Eixo Atlántico, que tiene que ver con las dificultades de los concellos para hacer frente a las necesidades y retos que se están viviendo en el interior de los municipios.
En este sentido, citó que la ciudadanía tiene que enfrentarse a cambios como, por ejemplo, el cambio climático, «que en el día a día se materializa en el uso y consumo del agua, en cómo se utiliza el suelo, de donde se sacamos la energía y qué consumo hacemos de la misma». Pero los ciudadanos también tienen que resolver cuestiones como el alojamiento y la vivienda; o, en términos sociales, el ciclo de la vida, que nos va planteando distintas cuestiones, desde la infancia hasta el envejecimiento o la dependencia, pasando por la emancipación joven o la conciliación de tiempos de edades y responsabilidades de las personas adultas».
A ello hay que añadir —dijo Roberto San Salvador— cuestiones en el campo económico sobre cómo se genera riqueza, desde qué sectores económicos, emprendimiento u otras. Y también, desde el punto de vista cultural, «un municipio tiene que encarar cómo conservar su identidad, patrimonio etc».
Ante esta «agenda interminable» —puntualizó—, el problema que tiene cualquier Ayuntamiento es que «tiene competencias y capacidades limitadas, de personal y recursos económicos», de ahí una iniciativa como ésta.
«Procuramos que el Concello de O Barco encuentre complicidad, primero en las personas que lo integran, tanto en el gobierno como la oposición; de los técnicos, también de otras instituciones y del tejido asociativo y empresarial local y, sobre todo, la ciudadanía», explicó.
Y dijo que en este trabajo conjunto se pueden plantear retos sobre temas cotidianos como la mejora del uso del agua, sociales, vivienda, transporte o cualquier otro, aún cuando rebase la competencia y capacidad de un municipio.
Este mismo estudio ya se desarrolló el año pasado en Ribeira (A Coruña), que se focalizó en la juventud, en la búsqueda de soluciones y planes para empleo y calidad de vida de los jóvenes.