El año hidrológico finaliza como el segundo más húmedo desde 1980-81

Publicidad

La Confederación Hidrográfica Miño Sil hace balance de 2023-2024 apuntando que el único mes seco fue agosto y que los embalses se encuentran al 63,71 por ciento de su capacidad

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Organismo autónomo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, hace balance del año hidrológico 2023-2024 que destaca como 2º más húmedo desde 1980-81. En este sentido, los meses de octubre, noviembre, marzo y septiembre pueden calificarse como muy húmedos; febrero, mayo y junio cómo húmedos; diciembre, enero, abril y julio como normales; y, únicamente, agosto como muy seco.

El año hidrológico 2023/24 comenzó con precipitaciones elevadas, el acumulado de octubre y noviembre fue el máximo de la serie histórica, provocando los eventos de avenida más importantes del período.

Desde principios de diciembre las precipitaciones fueron abundantes pero distribuidas tanto espacial como temporalmente, dando lugar a eventos de baja entidad que evitan daños materiales y favorecen la recarga de la reserva hídrica en la Demarcación, es decir, el porcentaje de llenado de embalses, los niveles piezométricos y los caudales circulantes, que mantuvieron durante la mayor parte del año los valores por encima de la media.

Publicidad

En relación con la distribución de la precipitación por los diferentes territorios de la demarcación, el año ha sido muy húmedo en todas las unidades territoriales (Miño Alto, Miño Bajo, Cabe, Sil Superior y Sil Inferior) a excepción de A Limia, unidad que ha registrado el máximo de precipitación de la serie histórica, por lo que el año se cataloga como extremadamente húmedo.

Embalses

Los embalses se encuentran al cierre del año hidrológico al 63,71 % de su capacidad máxima. Este volumen es un 3,90 % mayor que la cantidad de agua embalsada hace un año, 59,81 %, y un 9,40 % mayor que el llenado promedio histórico en estas fechas, 54,31 %.

El volumen actual representa el segundo valor más elevado de la serie histórica (1999/00 – 2022/23) sólo por detrás del año 2009 que a fin de año hidrológico presentaba un llenado del 65,52%. Las altas precipitaciones permitieron que la reserva de agua embalsada alcanzase valores máximos durante las distintas épocas del año: noviembre, mayo, y el periodo comprendido entre finales de julio y mediados de septiembre.

Caudales y aportaciones

En lo relativo a los caudales circulantes en la Demarcación, a 30 de septiembre se encuentran de media un 80 % por encima del promedio histórico. Al cierre del año hidrológico anterior se era un 30 %.

Respecto a los niveles piezométricos en nuestras aguas subterráneas, se ha cerrado en valores prácticamente iguales al promedio, un 0,2 % por debajo de la media.

“Estas precipitaciones tan elevadas se produjeron muy repartidas tanto temporal como territorialmente, lo que ha contribuido a incrementar la recarga de nuestras aguas subterráneas, el llenado de los embalses y a aumentar el caudal circulante  de nuestros ríos; estas circunstancias mejoran el estado de las masas de agua superficiales y subterráneas y evitan su deterioro, posibilitando, además, la atención de las demandas de agua para los diferentes usos socioeconómicos, siendo éstos los objetivos principales de la planificación hidrológica” ha resumido Carlos Ruiz del Portal, jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica.