El libro, resultado de siete años de investigación del grupo Sputnik Labrego, fue presentado en Casaio y en O Barco
«Ciudad de la Selva», el libro que recoge los resultados de la investigación del grupo científico Sputnik Labrego (editado por Positivas) sobre la localización de campamentos usados por la guerrilla antifranquista, fue presentado en la Casa Grande de Viloira (O Barco), un día después de hacerlo en Casaio (Carballeda de Valdeorras).
El acto fue organizado por el Instituto de Estudios Valdeorreses (IEV) y contó con la presencia de su presidente, Aurelio Blanco Trincado; el editor del libro Paco Macías (Edición Positivas); el arqueólogo que dirige Sputnik Labrego, Carlos Tejerizo, y los historiadores y coordinadores del libro Dionisio Pereira y Alejandro Rodríguez, además de un nutrido público que acudió a la convocatoria.
Carlos Tejerizo desgranó las claves de «Ciudad de la Selva», que forma parte de la historia de Casaio y Lardeira (Carballeda de Valdeorras), dos aldeas que, valoró, «son nuestra familia», destacando la implicación de esta comunidad local, imprescindible para el desarrollo del trabajo de Sputnik Labrego y que tuvo «la valentía de confrontar una historia que es problemática y a su vez muy necesario conocer», añadió.
También reseñó el trabajo del editor Paco Macías, que apostó por un trabajo «que no era sencillo», además de su esfuerzo y maestría a la hora de conducir el libro y agradeció la colaboración de Aurelio Blanco Trincado y José Fernández, del Instituto de Estudios Valdeorreses y de la comunidad local de Casaio.
Estudiar desde el punto de vista arqueológico la guerrilla en Casaio y Lardeira no fue fácil. Carlos Tejerizo reconoció la labor de historiadores anteriores sobre la que partieron para construir una historia novedosa que aporta una visión alternativa a la Ciudad de la Selva.
Sputnik Labrego «aterrizó» en Casaio en 2017 en busca de la «Ciudad perdida de la Selva», con temor a hacer algo que «no nos correspondía, desenterrar historias difíciles, pero que, aún así, después de siete años, podemos concluir que fue una satisfacción y un éxito que queda reflejado en el documental y libro presentado», valoró Tejerizo.
Las aportaciones del libro
Una de las ideas y aportaciones del libro es «el papel novedoso que tiene la arqueología, los objetos o materialidad, para confrontar un tema de largo recorrido y que le añade una visión alternativa», explicó Carlos Tejerizo. Esta línea novedosa no se realiza por capricho, «sino por necesidad —añadió el arqueólogo—, pues es una historia que se está perdiendo. De hecho, muchas de las personas cuyos testimonios hace referencia el libro son personas que ya no están. Lo que queda cuando no están las personas son los objetos». En definitiva, la arqueología aparece como necesidad para abordar la guerrilla de una forma alternativa.
Los objetos «hablan» y revelan aspectos como la vida cotidiana de la guerrilla. «Hablamos de gente que estuvo en los montes de Casaio y Lardeira durante cinco años, que implicó la apropiación de un paisaje, la construcción de campamentos y el uso de objetos que hizo posible esa resistencia armada asociada a la estructura guerrillera que estuvo en la Ciudad de La Selva», puntualizó Tejerizo.
Un bote de penicilina
En este sentido, precisó que «prácticamente todo el libro son objetos, aún cuando también hay memoria». Y habló de un objeto muy concreto que explica la complejidad de la Ciudad de La Selva, un bote de penicilina, que «es impresionante, porque la penicilina no llegó a España hasta 1944. De hecho, hicimos una genealogía de la penicilina, de cómo llegó a España, y de los cargamentos que llegaron a Madrid y A Coruña. Este último, pensamos que es el origen de que estuviese en Casaio».
Relató que el hecho de que los guerrilleros tuviesen la capacidad de tener este bote de penicilina, dos años después de su llegada a España, «es una síntesis fantástica de la complejidad y la dimensión de esta Ciudad de la Selva, no solo en lo que se refiere a la construcción, sino en la capacidad de organización en la resistencia armada, que pensamos fue lo suficientemente estructurada para ser un verdadero problema para el bando franquista que tuvo que emplear todas sus fuerzas para desestructurar esta ciudad en medio de la selva».
Un bote de crema de manos
Además, habló de otro objeto muy especial, que certifica el papel o participación de la mujer en las estructuras guerrilleras. Se trata de un bote de Nievina (crema de manos), «aportado a la Ciudad de la Selva por mujeres pues estudiando toda la publicidad de la época, ésta vincula ese objeto a la mujer. Eso espejo de la parte invisibilizada de la guerrilla, que son las mujeres».
Carlos Tejerizo dijo que la Ciudad de la Selva no despareció en 1946 sino que se mantuvo viva a lo largo del tiempo en la memoria de las familias de Casaio y Lardeira. Habló del capítulo 9 del libro, escrito por Cathy Álvarez, una de las nietas de Manuel Álvarez “El Bailarín”, el guerrillero popular de Casaio. “Ella recuperó esos enlaces con su familia, con su abuelo, a través de nuestro proyecto». E indicó que Cathy afirma en el libro que fue un proceso «necesario y curador».
Por su parte, el historiador Dionisio Pereira, inició su intervención señalando que la labor de averiguar y divulgar investigaciones sobre la resistencia armada al franquismo en Galicia y España es una temática sensible que «a nosotros, como historiadores no nos compete juzgar», pero sí compartir, conocer, transmitir y valorar.
Habló de que el libro «Ciudad de la Selva» es una propuesta novedosa trazada a través de la materialidad arqueológica, la apropiación del paisaje por parte de los combatientes y la presencia activa de la mujer.
Dionisio Pereira señaló que el libro deja constancia de la la longevidad de la resistencia armada antifascista en este territorio, desde 1936 hasta 1955, una de las más persistentes en Europa, conjuntamente con la guerrilla asturiana; una supervivencia debido a los vínculos que estableció con las distintas comunidades locales «de cuyo dominio del territorio, complicidad, saber hacer e imaginario colectivo se nutrió”.
«Casaio es el gran epicentro de la resistencia antifranquista en todo el Estado»
Finalmente, Alejandro Rodríguez, coordinador del libro, señaló que uno de los objetivos más destacados del libro «Ciudad de la Selva» es seguir marcando a Casaio como es gran epicentro de la resistencia antifranquista en todo el Estado y además desde una perspectiva no solo de memoria y documental, sino arqueológica que «nos permite conocer muchísimo mejor conocer el día a día de la guerrilla, cómo se desenvolvían en el monte y cómo adaptaron el paisaje a sus necesidades para subsistir y resistir».
Recordó que hay una larga lista objetos que fueron localizados durante la investigación, desde medicinas a armamento, el cristal de una gafas, la crema citada asociada al papel de la mujer guerrillera etc. «La variedad es enorme», puntualizó. Y destacó que el proyecto está finalizado pero que «nuestra idea es seguir expandiéndolo y poder excavar y conocer mejor otros puntos de la geografía del país y seguir conociendo mucho mejor cómo fue el día a día de la actividad guerrillera en diferentes puntos, como por ejemplo Soutadoiro, Ricosende (Carballeda) pero también en El Bierzo, concretamente Carucedo (Puente Domingo Flórez), para seguir profundizando en ello».