Besos infinitos y virtuales en un día que hará historia

Escultura de la exposición de Córgomo Arte de 2014
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Hoy es el Día Internacional del Beso. Besos que en un momento dramático como el actual adquieren mayor sentido y valor. Jamás hubiésemos imaginado que aquéllo que formaba parte del mundo más cotidiano iba a convertirse en algo excepcional.

Besos infinitos y virtuales en un día y año que hará historia por ser el de menor número de besos de los últimos tiempos.

Besos convertidos ahora en un gesto virtual, en expresión, formulados con palabras; sin una dimensión física,que no tendrán lugar. Besos rotos en mil añicos por la distancia abismal que traza el coronavirus.

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Los besos que hoy no podremos dar besarán el aire, las redes sociales…Se lanzarán en forma de deseo para todas y cada una de las personas que están viviendo en primera persona la crueldad del coronavirus.

Besos para aquellos que han sufrido la pérdida de seres queridos en el peor de los retablos imaginados: no poder acompañar ni dar el último adiós a los que han partido.

Besos para los sanitarios, a los que dieron su vida y a los que la ponen en juego a diario, para tratar de salvarnos de una pandemia que no perdona.

Besos para las personas mayores, uno de los sectores de la población con los que se ceba el COVID y que se ha revelado como el más vulnerable de los últimos tiempos.

Besos para los que han despertado del mundo más egocéntrico desplegando una nueva solidaridad social.

Besos para nuestros seres queridos, nuestra familia, aquellos que no podemos besar ni abrazar en la responsabilidad del cumplimiento del confinamiento.

Besos para los que hoy cumplen años.

Besos a la vida, ahora más anhelada que nunca.

Besos infinitos para todos y todas.

Hoy es el Día Internacional del Beso, el año con la menor cantidad de besos de la historia.