El colectivo empresarial afirma que las empresas y particulares podrían verse afectadas por el incremento del impuesto
La Asociación Empresarial de Valdeorras (AEVA), presentó escrito de alegaciones en la consulta pública que anunció el Ayuntamiento de O Barco, previa a la elaboración del proyecto de Ordenanza municipal reguladora del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). En calidad de organización representativa de empresas que potencialmente pueden verse afectadas por el incremento de este impuesto, tanto desde el punto de vista de los negocios con sede en el municipio, como en calidad de titulares de inmuebles privados, AEVA ha considerado oportuno presentar las alegaciones.
Respecto a la justificación de recuperar con la recaudación del IBI los ingresos dejados de percibir con el impuesto de plusvalías, AEVA alega que este último impuesto está prácticamente derogado y que tiene escasa repercusión en el presupuesto municipal, porque ya en el ejercicio 2022 sólo representaba un 0,77% de los ingresos corrientes. Por ello, entiende que la no aplicación de este gravamen ni su reducido nivel de recaudación no sería motivo suficiente para justificar la modificación del IBI.
El Ayuntamiento argumenta también, en defensa del propuesto incremento del tipo de gravamen del IBI, las subidas generalizadas en la mayoría de los servicios y productos y la necesidad de compensar la minoración de ingresos debido al encarecimiento de los precios. En este punto, AEVA ha replicado que los efectos de la inflación afectan a todos los ámbitos y especialmente a los ciudadanos y que la recaudación municipal debe ajustarse al nivel de renta disponible y a los beneficios empresariales.
En el escrito de alegaciones, AEVA hace constar además que hasta la crisis del 2008 los inmuebles en zonas urbanísticamente activas, como fue el caso de O Barco, sufrieron un notable incremento de precios que, posteriormente, han venido sufriendo una minoración sustancial de su valor de mercado; y que esta depreciación no se ha reflejado en los valores catastrales. Estima, por tanto, que
estas valoraciones obsoletas, que no responden a la realidad del mercado inmobiliario, ni a las nuevas condiciones urbanísticas, ni a la evolución del municipio, precisarían de una previa revisión de las bases imponibles del IBI antes de plantear una subida de los tipos impositivos del impuesto.
El colectivo empresarial también ha hecho un análisis comparativo con otros municipios de tamaño similar al de O Barco y comprobado que los tipos aplicados son, en la mayoría de los casos, superiores a la media, motivo por el que entendemos que el incremento pretendido debería estar muy justificado para no restar competitividad ni renta a los administrados.