Es uno de los proyectos que ya se está ejecutando incluido en el Plan de Sustentabilidade en Destino
A Veiga tendrá su Museo y Centro de Interpretación del Wolframio en Vilanova, localidad del municipio en el que ya se desarrollan las obras de restauración de la edificación en la que se ubicará. Es una iniciativa cuya financiación está incluida en el Plan de Sustentabilidade Turística en Destino, que promueve Turismo de Galicia y que gestiona el GDR Valdeorras.
El alcalde de A Veiga, Juan Anta, señala que el remate de este proyecto fue presentado al Plan de Sustentabilidade Turística en Destino, así como actuaciones relacionadas con el turismo astronómico y el turismo en las playas del municipio. «La idea es tener una red de museos que diversifiquen la oferta turística, entre ellos está también el Centro de Interpretación de Trevinca, el Museo do Liño, y tenemos la idea de hacer otro relacionado con la ganadería».
El Museo del Wolframio dará a conocer la historia de las minas que hubo en Vilanova. Entre otras cosas, se podrá ver la máquina de vapor o locomóvil (marca Ruston, Proctor & Co Ltd , fabricada en Lincoln —Inglaterra— antes de 1918), que producía la energía para accionar la maquinaria en la extracción del wolframio.
Fue un vecino de esta localidad quien cedió una casa para que se desarrollase este proyecto, «Cholo» (Antonio Fernández Pena), autor del libro «As minas de wolframio de Vilanova (1918-1952)», defensor de un centro de interpretación que documente la interesante historia del wolfram, empleado en el pasado para la construcción de armamento y que tuvo su principal apogeo en la Segunda Guerra Mundial. «Un Centro de Interpretación es fundamental no solo para mostrar la historia sino también para poner en valor aspectos sociales y humanos«, valora.
En este sentido, «Cholo» cuenta que en las minas de Vilanova trabajaron personas en condiciones muy duras. «Muchos mineros murieron por envenenamiento por arsénico pues al extraer el wolframio de las piedras de cuarzo, se liberaba el arsénico, que inhalaban en el proceso y que lentamente los llevaba a la muerte».
Como curiosidad, relata que las minas de wolfram de Vilanova dejaron también el legado de un cancionero propio, canciones mineras, las únicas que hay en Galicia.
El yacimiento de la mina de wolframio de Vilanova comenzó a explotarse en 1918, después de que en la I Guerra Mundial se pusiera en valor la importancia de este metal, y su última extracción se realizó en 1952, tras el fin de la guerra de Corea.
