La alcaldesa, María G. Albert, señala que la colocación de paja en el entorno de las captaciones no es una medida suficiente
«El agua todavía no viene clara como en condiciones normales, pero sí es apta para aseo y para cocinar». Así lo dice la alcaldesa de A Rúa, María G. Albert, que señala que el papel del fontanero municipal está siendo clave para dar servicio a la población, que cierra los depósitos para frenar arrastres cuando se avecinan lluvias.
«Lodo como el primer día que se inició la temporada de lluvias y que nos tomó completamente desprevenidos, no va a entrar en la red», expresa.
En cuanto a las medidas para evitar los arrastres, que se producen como consecuencia de los incendios de este verano, María G. Albert señala que se sigue echando paja en el entorno de las captaciones de agua, una medida que estima «no es suficiente».
La alcaldesa recuerda que el Concello de A Rúa solicitó tanto a la Xunta de Galicia como a la Confederación Hidrográfica cisternas, duchas y depuradoras portátiles, entre otras intervenciones, «pero unos por los otros, el problema sigue ahí», expresa.
Afirma que el Concello de A Rúa sí tiene agua disponible «y cuando la gente no tiene disponibilidad y llaman al Concello, se les da agua, pero la estamos financiando nosotros», indica.
Gestión del agua
La alcaldesa de A Rúa recuerda que que al igual que la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) la está llevando el Consorcio de Aguas de Valdeorras, el año pasado el Concello ya inició los contactos para adherir al Consorcio en la gestión del abastecimiento de la Mancomunidad de Aguas de A Rúa-Petín, que se materializará en 2027. «Hoy los requerimientos son mayores del control del abastecimiento de agua son mayores y se hace necesario», concluye.
