Mujeres de A Rúa se han dejado los ojos cosiendo durante un mes para elaborar la mayor parte de los disfraces de la Comparsa A Ruada, la más antigua de la localidad, integrada este año por algo más de 30 personas (en otras ediciones alcanzó las 60 personas). Para ello, se reunieron cada tarde en el atrio de la Iglesia de A Rúa Vella, convertido en un improvisado taller de costura. Y han cosido hasta el último minuto pues mañana, martes, 28 de febrero de 2017, es el desfile de A Rúa, en el que lucirán estos trajes elaborados artesanalmente.
Estas mujeres, que también forman parte de la Comparsa A Ruada, diseñan y cosen, con toda la paciencia del mundo, año tras año el disfraz de cada uno de los componentes de la misma. Y con el afan de conservar una tradición pues «sería más fácil comprarlos en una tienda de chinos. Si hiciéramos eso, entonces ya no tendría gracia ni imaginación. Aún cuando da mucho trabajo, confeccionamos uno a uno a mano», cuentan.
Lo más difícil, valoran, es «sacarlo adelante, pero entre todas va saliendo», cuentan, insistiendo en que el objetivo principal «es la ilusión de estar todos los miembros de la comparsa juntos el día del desfile, que no se pierdan la tradición y se impulse el carnaval», cuentan.
Una de las anécdotas es que en las horas previas al desfile, cuando ya sólo quedan los remates, siempre hay nervios y «a veces discutimos debido al cansancio».
Ahora, habrá que esperar un año más para que vuelvan a sacar las agujas y el hilo para volver a confeccionar los trajes.
Ahora, ya sólo queda lucir el disfraz.
