El buen tiempo, con temperaturas atípicas y elevadas para el mes de octubre, está favoreciendo que se alargue el tiempo de huerta. En Vilamartín, Santiago, vecino de la localidad, «presume» de remolachas. «Son gigantes y las tengo aún de tamaño mayor», dice con orgullo, mientras transporta una de ellas en su bicicleta.
Está claro, a buen tiempo, buena huerta.